- Un análisis de la consultora Colliers da cuenta de la rápida expansión que han tenido los malls chinos en Chile. “Actualmente, hay 200 malls chinos a lo largo del país. El crecimiento de este tipo de comercios ha sido de 25% anual, es decir, en los últimos 3 años han registrado un crecimiento de 75%. La Región Metropolitana posee un 40% de participación de mercado a nivel nacional, y dentro de la capital observamos que la comuna de Santiago Centro es la que concentra la mayor cantidad de malls chinos, con un total de 47 locales”, señala José Ignacio Arteaga, Subgerente del Área de Inteligencia de Negocios de Colliers. El ejecutivo señala que, de los comercios chinos que operan en Chile, los principales -en cuanto a tamaño- son Alistore, Hiperasia y Gran Shanghai.
De acuerdo a Antonio Sivori, Gerente del Área de Inversiones de Colliers, la rápida expansión y éxito de los malls chinos se explica por varias razones que se han ido conjugando a su favor. “En épocas de bajo crecimiento, las personas buscan precios más bajos, y los comercios chinos cumplen con esto ofreciendo productos a valores competitivos gracias a que son ellos quienes gestionan los artículos que provienen de su país, evitándose intermediarios y el subsiguiente aumento de precios. Otro factor es que estos comercios están atomizados en miles y no dependen de una sola cabeza. Además, en general, corresponden a emprendimientos familiares, que se ven fortalecidos por la unidad y disciplina, que les permite enfrentar los desafíos del negocio de una mejor forma”.
El análisis destaca el fenómeno que se ha dado en la comuna de Santiago Centro, donde muchos comercios que antes ocupaban comercios chilenos,hoy han sido ocupados por malls chinos, quienes han visto una oportunidad de precios más convenientes en zonas con excelente conectividad y alto flujo peatonal. “En Santiago Centro, el año 2020 había 27 malls chinos, este 2025 se contabilizan 47, lo que representa un incremento de 74% en 5 años. La retirada de los supermercados Montserrat en la zona, fue muy bien aprovechada por los malls chinos en cuanto a su implementación y a su aumento en la demanda, así como la de otros comercios chilenos que optaron por cerrar sus puertas, dejando vacantes locales atractivos y de buen tamaño. Adicionalmente, las expectativas en torno a la recuperación del Centro de Santiago han impulsado la creación de nuevos malls”, explica José Ignacio Arteaga, Subgerente del Área de Inteligencia de Negocios de Colliers.
Por su parte, Sergio Correa, Gerente Inmobiliario de Colliers, explica que la proliferación de mall chinos en Santiago Centro responde a una combinación de factores inmobiliarios, económicos y comerciales que han favorecido su instalación en la comuna. “Desde una perspectiva inmobiliaria, Santiago Centro ofrece una alta densidad de población, excelente conectividad y valores de arriendo más accesibles en comparación con otras zonas comerciales consolidadas, lo que lo convierte en un polo atractivo para este tipo de formatos comerciales. Además, muchos de estos malls han ocupado edificios que antes tenían usos distintos, revitalizando espacios que estaban en desuso o con baja demanda”.
Según el ejecutivo, un factor clave que ha facilitado su expansión es la baja en los precios de arriendo de locales comerciales, producto del éxodo de empresas, oficinas y comercios tras el estallido social de 2019. “Durante los últimos años, muchos negocios tradicionales cerraron o se trasladaron a otras comunas debido al impacto de las protestas, la incertidumbre y los problemas de seguridad en el sector. Esto generó una sobreoferta de espacios comerciales, lo que presionó a la baja los valores de arriendo. Los mall chinos han sabido aprovechar esta oportunidad, ocupando locales y edificios que antes tenían costos mucho más altos, permitiéndoles instalarse en ubicaciones estratégicas con una menor inversión inicial”.
El análisis realizado por el Área de Inteligencia de Negocios de Colliers, recalca que en Chile el auge de estos malls trae positivos efectos. “Su presencia no solo dinamiza la actividad comercial, sino que también impulsa la recuperación de ciertas áreas deterioradas. La mayor actividad comercial incentiva el mantenimiento y remodelación de edificios, mejora la iluminación y la infraestructura urbana, y atrae a otros negocios que buscan aprovechar el flujo de clientes. En muchos casos, estos malls han logrado reactivar sectores que antes tenían una alta tasa de locales cerrados, generando empleo y fortaleciendo la economía local”, concluye.