“Aunque la tecnología está disponible y existen empresas especializadas en estudios, servicios y soluciones sostenibles, estos proyectos suelen implicar costos significativos. Y, desde una perspectiva económica, esta barrera de inversión puede resultar poco atractiva para muchas organizaciones, a pesar de los beneficios a largo plazo que conlleva la transición hacia la sostenibilidad”, explica Gonzalo Ureta, Gerente General de COVISA.
La adopción de procesos más sostenibles no sólo responde a la creciente demanda de los consumidores por productos y servicios responsables con el medio ambiente, sino también representa una oportunidad para las empresas de mejorar su competitividad y eficiencia operativa.
“Implementar prácticas sostenibles permite optimizar el uso de recursos, reducir costos a largo plazo y mitigar riesgos asociados a la normativa ambiental cada vez más estricta. Además, empresas comprometidas con la sostenibilidad fortalecen su reputación y relación con sus clientes, posicionándose como líderes en su sector al contribuir activamente al bienestar del planeta y de las futuras generaciones”, explica Gonzalo Ureta, Gerente General de COVISA.
A pesar de lo anterior, hoy, uno de los mayores desafíos que enfrentan las empresas en la adopción de procesos sostenibles es la inversión inicial. “Aunque la tecnología está disponible y existen empresas especializadas en estudios, servicios y soluciones sostenibles, estos proyectos suelen venir de la mano con costos significativos. Y, desde una perspectiva económica, esta barrera de inversión puede resultar poco atractiva para muchas organizaciones, a pesar de los beneficios a largo plazo que conlleva la transición hacia la sostenibilidad”, enfatiza el profesional.
En relación a cómo ha enfrentado este reto en COVISA, el experto indica que “hemos aprovechado programas de subsidios, pero los incentivos actuales aún no son suficientes para impulsar una adopción rápida y masiva de estas tecnologías. Hoy las decisiones de inversión de este tipo tienen un respaldo más estratégico que económico”.
Respecto a cómo acelerar la transición hacia energías limpias y renovables en Chile, Gonzalo Ureta enfatiza que “es fundamental optimizar los subsidios actuales, haciendo que los incentivos sean más robustos para que las inversiones en sostenibilidad puedan recuperarse en plazos más cortos. También resultan atractivas las medidas implementadas por algunos bancos, que ofrecen créditos a tasas preferenciales para este tipo de proyectos, lo que contribuye a mejorar su rentabilidad”.
“Como organización entendemos que nuestro rol como compañía no es sólo lograr un retorno competitivo sobre la inversión, sino que también – y quizá más importante – generar un impacto positivo en el entorno. Por ello, hemos querido aportar este cambio desde nuestro plan estratégico, en el cual nos planteamos hace un tiempo, producir cables con energía limpia usando cobre chileno 99,99% puro en la ciudad de Viña del Mar. Este objetivo proviene de un fuerte compromiso de nuestros accionistas, con Chile y con la región de Valparaíso”, concluye.
Para más información: www.covisa.cl
Acerca de: COVISA es una empresa chilena fundada en Viña del Mar en el año 1977. Actualmente, somos la empresa de capitales chilenos de mayor tamaño dentro del rubro, con más de 45 años de experiencia y trayectoria en la fabricación y comercialización de conductores eléctricos desnudos y aislados de baja tensión. Proveemos conductores eléctricos para hospitales, minas, subestaciones eléctricas, edificios residenciales y de oficinas, estaciones de metro, centros comerciales, plantas generadoras de energía, aeropuertos, industrias, entre otras.
Equipo Prensa
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