No cabe duda que el uso del cloud computing se hizo más popular y necesario en pandemia. Muchas organizaciones pudieron agilizar los procesos de almacenamiento, administración y procesamiento de la información, gracias a los servicios que entrega la nube que, entre otras virtudes, permiten a las plataformas de las empresas atender más solicitudes y en un corto tiempo. A su vez, las empresas que no tenían presencia en la nube empezaron a tenerla para entregar servicios digitales (como compra online) de manera más cercana al cliente final.
¿Hay una estrategia “cloud smart” para que migre toda la infraestructura de la empresa de manera robusta y efectiva hacia la nube? Absolutamente. El primer punto, cuyo desafío no es menor, ya que conlleva un cambio cultural y de mentalidad a nivel organizacional, es generar una estrategia con una mirada holística, alineada con los objetivos del negocio y con la participación de todas las áreas de la compañía. Un error que cometen frecuentemente las organizaciones es definir la estrategia cloud solo pensando en la infraestructura.
El segundo aspecto a considerar, son los pasos que debes implementar en tu organización para adoptar la nube. Es decir, de qué forma y cómo los servicios que antes estaban en una máquina van a ir migrando a la nube de forma segura, rápida y eficiente en términos de costos.
El tercer aspecto, está en el desafío de la mantención cloud, en cómo una vez que ya se está trabajando en la nube gestionamos los costos de esta, ya que si no son bien manejados se pueden transformar en una “llave abierta”. ¿Qué significa esto?, que si no tengo los controles suficientes para fiscalizar el uso que le estoy dando a la nube me puedo encontrar con sorpresas a fin de mes que van a impactar duramente en el bolsillo de la compañía. En este punto, es importante resaltar que una de las ventajas de la nube es que se paga lo que se usa (PAYG, Pay As You Go). Por ende, hay que tener precaución de que la máquina en la nube no esté prendida más del tiempo necesario, o bien, calcular y prevenir cuándo es necesario, para el negocio, escalar el software en la nube, porque o si no voy a incurrir en costos que no tenía presupuestados.
Un cuarto paso importante en la estrategia, es cómo gestionamos la nube. Muchas compañías grandes creen que es muy parecida a la forma en que se gestionaba un data center antiguo, pero esto no es así. Entonces, otra de las cosas culturales que hay que cambiar es en cómo repensamos la actual infraestructura y, posteriormente, cómo logramos la observación de las diferentes capas digitales que se encuentran en la nube: red, seguridad, infraestructura y aplicaciones, para tomar acciones correctivas antes de impactar a clientes y colaboradores.
Por último, uno de los temas fundamentales y más desafiantes es la seguridad, que abarca tres niveles: el colaborador que está accediendo a la información desde cualquier lugar (ahora no solo se trabaja desde la empresa), las aplicaciones desde las que se entrega la información y el data center de la nube. La clave está en mantener los accesos seguros, con las personas que correspondan y de la forma adecuada. La empresa constantemente debe estar haciendo revisiones y controles a la seguridad de sus ecosistemas cloud, para saber si están activos y funcionando correctamente.
Poniendo atención en todos estos desafíos, que involucran la estrategia de implementación “cloud smart”, podremos lograr que el “viaje” hacia la nube sea exitoso.
Equipo Prensa
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