¿Cómo proteger a los negocios en materia de ciberseguridad?
- Siempre concebido con un gasto importante para las pequeñas empresas, la ciberseguridad es un elemento crucial en los negocios (sobre todo en la actualidad con la rápida digitalización de muchas organizaciones producto del Covid-19) y que, contrario a lo que se piensa, no necesariamente es ‘inabordable’.
Tras la declaración de estado de emergencia en el país, producto del rápido crecimiento en los contagios de Coronavirus -a mediados de marzo-, una gran cantidad de empresas comenzaron a innovar en sus dinámicas para poder mantener los negocios operativos. Esto implicó que muchas comenzaran a incorporar el teletrabajo, sin contar con procedimientos concretos para ello; algunos comercios empezaron a vender de manera online, sin haber explorado el e-Commerce antes, y otras compañías comenzaron a mantenerse en contacto con sus equipos y clientes a través del uso de aplicaciones de videollamadas, sin chequear la procedencia de éstas o sus vulnerabilidades, por ejemplo.
Y si bien en los últimos años son muchas las empresas que han transformado digitalmente sus negocios, aún quedan bastantes compañías que no estaban del todo preparadas para iniciar este cambio y que debieron acelerarlo a raíz de la circunstancias.
¿Qué tan riesgoso puede resultar esto para los negocios? “Si bien la rápida digitalización apareció como una decisión a tomar de manera urgente, es importante entender si los negocios estaban realmente preparados para enfrentar, no solo los beneficios de la digitalización, sino también los riesgos”, explica Natalia Vega, Country Manager de IDC Chile.
Para la ejecutiva, muchas compañías se vieron obligadas a digitalizarse rápidamente para poder mantenerse en operación durante la pandemia y eso es un acierto. Sin embargo, este actuar ‘precipitado’ puede no haber contado con las medidas adecuadas, lo que puede generar problemas de seguridad en las empresas.
Vega explica que, en este contexto, las organizaciones que se pueden ver más afectadas son las Pymes, al no contar con la estructura organizacional para transitar hacia modelos digitales y/o remotos de la mejor manera: “Las compañías grandes por lo general cuentan con estructuras robustas, como un CISO o encargado de la seguridad de la información de la empresa. Sin embargo, las compañías más pequeñas muchas veces no cuentan con los recursos, los presupuestos o la experiencia para poder contratar a este tipo de profesionales”.
En simple, un CISO (acrónimo del inglés Chief Information Security Officer) es el responsable de analizar las posibles amenazas a las que se enfrenta una compañía: de dónde vienen dichas amenazas, cuáles son las vulnerabilidades y cuáles son los hábitos que dejan a la compañía vulnerable. Con esa evaluación, el CISO puede establecer las mejores estrategias para fortalecer la seguridad de las compañías y mejorar sus programas de protección.
Para la experta, la reticencia a contar con un CISO o una estrategia sólida de ciberseguridad no pasa solo por no tener los recursos para ello, sino más bien por no entender las dimensiones del problema.
“Para una pequeña o mediana empresa que se dedica a ofrecer servicios profesionales o a vender productos a clientes y consumidores, probablemente sea más complicado asegurar el negocio, si no cuenta con estrategias de resguardo de información o protección ante ataques. El error está en pensar que una estrategia de ciberseguridad es algo ´técnico’ en vez de entender que, la verdad, es un problema de negocio”, enfatiza Natalia Vega.
Para la directora de la consultora en Chile, es clave que las empresas entiendan que una buena estrategia de seguridad no es “opcional”, sino todo lo contrario: será cada vez más una exigencia de los clientes. “Un ciberataque no solo representa un dolor de cabeza para el management team, puede implicar la pérdida de información y recursos, o incluso generar un impacto reputacional a la organización.”, finaliza Vega.
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