La inteligencia artificial, el big data y el Internet de las Cosas (IoT) están llevando a la industria automotriz al siguiente nivel, con la conectividad y la automatización como piezas claves
La industria automotriz está en un momento de profunda transformación, impulsada por la irrupción de tecnologías disruptivas, como la IA, el big data y el Internet de las Cosas. Asimismo, la utilización de impresoras 3D genera prototipos a bajos precios y acelera las fases de diseño. Algunos ejemplos, son la compañía Tesla, que ocupa la inteligencia artificial en sus vehículos para varias funciones, como el reconocimiento de voz. Local Motors, por su parte, es una empresa que usa la impresión 3D para construir autos personalizados.
“Ha sido un proceso gradual y constante en el área, que inició con la integración de sistemas para mejorar la eficiencia operativa. En la etapa de producción masiva, existen robots y mecanismos de supervisión remota con los que se ha mejorado el rendimiento, además de la disminución de los errores y de costos de fabricación”, Luisa Yañez Liu, gerenta de Tecnología e Innovación de Gama Mobility.
De acuerdo a Mordor Intelligence, se espera que el mercado global de IA en el sector alcanzará los US $15.4 mil millones para el año 2025, con un crecimiento anual del 43.2% en el período 2020-2025. De hecho, según McKinsey & Company, el 80% de los fabricantes de autos ya están invirtiendo en inteligencia artificial para desarrollar vehículos autónomos.
“La IA transforma la manera en que concebimos y utilizamos los autos, desde el proceso de producción, pasando por asistentes de conducción o la autonomía de manejo, que finalmente llevan a mejorar la experiencia del cliente, generación de modelos predictivos, seguridad, entre otros”, explicó Yáñez.
La industria genera una gran cantidad de datos a partir de los vehículos, las fábricas y los consumidores. El Big Data se refiere al procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos. Se estima que un solo automóvil conectado puede generar hasta cuatro terabytes de datos por día. En tanto, el Internet de las Cosas (IoT), es la interconexión de autos entre sí y con las diferentes plataformas o sistemas. Se prevé que haya más de 1.2 mil millones de vehículos conectados en el mundo para el año 2025.
“El big data como el IoT logran una mayor recopilación y análisis de datos, mejoras en el rendimiento, una experiencia de usuario personalizada y nuevos modelos de negocio, lo que conduce a una industria más eficiente, segura e innovadora. El uso y la adopción de dichas soluciones está llevándonos a una industria 4.0, en la que tanto la conectividad como la automatización son piezas claves”, aseguró la gerenta.
Entre los desafíos más importantes vinculados a la incorporación de los mencionados mecanismos al sector, de acuerdo a Luisa Yáñez, destacan la ciberseguridad, compatibilidad, conectividad, la sostenibilidad. A ello, se suma la capacitación constante y adopción de sistemas.
“Junto a estas herramientas, la industria va hacia una transformación digital integral, donde la tecnología será el eje central para impulsar la innovación, la sostenibilidad y la competitividad a largo plazo”, finalizó la ejecutiva.
Equipo Prensa
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