• El uso de sensores de temperatura controlada, que permitan alertar cuando los camiones de carga pierden la temperatura que necesitan productos como alimentos o medicamentos, son claves para que los clientes reciban sus productos en buenas condiciones.

En un contexto donde el calor está impactando gravemente a varias zonas del país, las empresas y pymes que comercializan productos que dependen de la  cadena de frío enfrentan un reto crucial: garantizar que sus productos lleguen a los consumidores en condiciones óptimas. 

La denominada “logística de la cadena de frío” es un proceso clave para la preservación de productos sensibles a la temperatura durante su transporte. Este sistema integra tecnologías de refrigeración en vehículos, camiones, barcos y aviones, complementadas con sensores que emiten  alertas ante la interrupción de la cadena de frío, por ejemplo, al abrir y cerrar puertas, o durante detenciones con el motor apagado.

En esta línea, existen estrategias que permiten mitigar estos riesgos y asegurar que los productos, especialmente alimentos y medicamentos, se mantengan a la temperatura adecuada. 

Según el cofundador del software chileno de gestión logística Drivin, Nicolás Kunstmann, “las olas de calor son más complejas cuando los tiempos de entrega se prolongan, por lo que es vital prever cualquier posible contratiempo y ajustar las rutas precisamente evitando las horas de mayor temperatura”. 

En este sentido, Kunstmann destacó que “la implementación de sensores de temperatura ha revolucionado el monitoreo de la cadena de frío, permitiendo un control exhaustivo en tiempo real sobre el estado de la temperatura dentro de los vehículos de carga”. 

Marcelo Berner, Sr Business Development Manager de Geotab para LATAM, empresa global de telemática vehicular, refuerza la importancia de estos sensores: “Nos asociamos con partners tecnológicos que desarrollan soluciones innovadoras que aseguran la  conservación de la cadena de frío en todo momento, ofreciendo a los gestores de flota visibilidad en tiempo real sobre la temperatura, con alertas automáticas cuando la carga no está debidamente aislada o llega a niveles límites que pueden afectar la integridad de ella”.

El desafío de distribuir helados en el norte de Chile

Un caso particular es Araza, empresa de distribución y logística de helados en Antofagasta, que enfrenta diariamente las complejidades de las altas temperaturas, para lo cual utilizan dispositivos en los sistemas de refrigeración que permiten  mantener temperaturas constantes y controladas. 

Eduardo Aravena, gerente general de Araza, explicó que “estas placas almacenan energía térmica y la liberan gradualmente, lo que permite mantener una temperatura adecuada durante tiempos prolongados sin necesidad de una fuente de energía continua. “En la distribución de alimentos refrigerados, estas placas eutécticas se utilizan en los camiones de transporte y  aseguran que los productos se mantengan frescos sin necesidad de mantener el camión en marcha”.

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