Disminución de sobrecostos, accidentes y residuos

Este enfoque consiste en realizar menos tareas en las obras y utilizar en gran parte estructuras listas de fábrica.

La arquitecta Carolina Briones cree que es necesario seguir concientizando a nivel local respecto a la transición “verde”.

Los estándares de construcción industrializada serán fundamentales para consolidar procesos de menor impacto en la construcción, uno de los sectores con mayores desafíos en el contexto de la crisis climática. Así lo explica la arquitecta Carolina Briones, directora ejecutiva del Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcciónn (CTEC), quien asegura que, si bien Chile ha sido pionero en el diseño de normativas, aún está al debe en su transición “verde”. 

La especialista afirma que es necesario seguir concientizando respecto a los beneficios de nuevos sistemas constructivos. Uno de ellos es el denominado Modern Methods of Construction (MMC), un protocolo nacido en Inglaterra con el objetivo de industrializar gran parte de los procesos. 

Este enfoque, que en Chile es utilizado por empresas como Volcán, permite “hacer en las obras”, es decir, llegar y montar una parte importante de las estructuras y piezas que conforman una, por ejemplo. Representa una forma rápida de levantar nuevos edificios, maximizando la eficiencia de los recursos humanos y materiales utilizados.

El modelo ofrece beneficios como un menor impacto en términos de generación de residuos, accidentabilidad o polución.  “Es la modernización de los sistemas de construcción”, explica Briones, quien valora que firmas chilenas se estén subiendo “al carro de la industrialización”. 

Si bien son innovadores, los MMC no son del todo nuevos. Enfoques similares contribuyeron a la reconstrucción de Europa tras la segunda guerra mundial y se volvieron populares durante la crisis inmobiliaria de la primera década del siglo.

La directora ejecutiva del CTEC asegura que las compañías locales que han adoptado estándares de menor impacto son una punta de lanza para derribar barreras, “empresas tradicionales del mercado local, como Volcán, tienen en su ADN el gen de la innovación, tratando de mirar qué es lo nuevo y qué es lo que viene, elaborando y distribuyendo productos que generan cero residuos”, puntualiza. Destaca, además, la importancia de la formación permanente de los profesionales ya que estas evoluciones no forman parte, por ejemplo, de las mallas curriculares en las universidades. 

Reducir el impacto 

El sector de la construcción genera un tercio de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). Es uno de los mayores consumidores de materias primas (más de 3 mil millones de toneladas) y también responsable de alrededor del 40% de los residuos en el mundo. Los desafíos son indudables.

Para Briones, el país tiene un liderazgo regional en la creación de instrumentos de sostenibilidad (social, ambiental y económico). “Sin embargo, todavía es baja la cantidad de edificios y de viviendas que hacen uso de estos instrumentos, ya que no son obligatorios para todos los proyectos. En el fondo, el reto es cómo se incentiva el uso”, apunta. 

La especialista se entusiasma respecto al potencial de los nuevos sistemas de construcción. “Este es el motor que va a convertir una industria que es muy de oficio en una moderna, que empiece a generar soluciones de productos que vengan industrializados, con paquetes listos, de la fábrica a la obra, y que cuando los montamos generan menos residuos”, concluye la arquitecta.

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