La Cámara Marítima y Portuaria de Chile levantó una alerta. En el informe “Las marejadas llegaron para quedarse, ¿qué estamos haciendo?” advierte que este tipo de fenómenos se han hecho cada vez más frecuentes desde 2006, de acuerdo con estadísticas de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar).
El impacto de las marejadas es analizado en detalle para seis puertos del territorio nacional (Arica, Antofagasta, Mejillones, Quintero, San Antonio y Lirquén). De acuerdo a su metodología de cálculo, se registraron en estos puertos un total de 585 días de cierre en el último año con costos que superan los US$ 385 millones.
Es importante destacar que los terminales de la Región de Valparaíso son los más golpeados por este tipo de eventos meteorológicos. De hecho, Quintero anota 132 días con bahías/puertos cerrados y San Antonio 80.
Este desfavorable escenario ya había sido anticipado en el “Atlas de Riesgo Climático”, que impulsa el Ministerio de Medio Ambiente (MMA) junto a investigadores de la Universidad de Valparaíso y de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Aunque dicho documento también destaca el buen en pie en que se encuentra el puerto de San Vicente, que según el dignóstico del MMA mejoraría su posición de acuerdo al cambio climático, lo cual ha sido destacado por autoridades como el Seremi de Medio Ambiente de la Región del Biobío.
La continuidad operacional de los puertos de Talcahuano no solo ha sido una fortaleza ante la pandemia, sino también ante los cambios de las condiciones climáticas; sobre todo durante este año. Prueba de ello es que en lo que va de 2021 el terminal ha recibido ya cinco car carrier derivados desde la Quinta Región.
Lo más importante es que ante este desafío San Vicente ha desmostrado que tiene la capacidad instalada, el know how y la tecnología necesarios para recibir este tipo de cargas, mejorando con ello cada día más sus ventajas competitivas para aumentar la transferencia de carga de importación.
Se trata de una vocación multipropósito que ha crecido con el tiempo y que se fortalece no solo gracias a la infraestructura, sino también a herramientas digitales de logística como la Ventanilla Única Marítima (Vumar) y Sicex, que se integraron con Container Express.
Una bahía abrigada, un concesionario proactivo y una autoridad portuaria preocupada por la innovación, la sostenibilidad y la logística segura. Todo ello permite hoy que San Vicente se transforme en una alternativa real para enfrentar las marejadas que afectan a la zona central del país y desde la Región del Biobío ser un aporte a la eficiencia del comercio exterior en Chile.
Equipo Prensa
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