Con la llegada del nuevo milenio y la explosión de Internet se creía que los diarios, libros y revistas estaban en su último aliento. Los medios comenzaron a entrar en una crisis de ventas y el consumo de las personas iba cambiando. Pero pese a todo, los medios tradicionales continuaron existiendo y siendo parte importante de la pauta informativa.
En el caso de los periódicos, estos experimentaron el paso al papel digital, una forma para adaptarse al nuevo mundo, pero sin dejar de lado las suscripciones físicas y a su público fiel. Por parte de los lectores, estos los continuaron consumiendo, conviviendo tanto con lo virtual como lo material.
¿Por qué? Las razones son parte de varios estudios que coinciden en ventajas tácitas del papel frente a lo digital, que aún no logra -y quizá tampoco lo haga- arrebatarle su lugar como medio tradicional.
Entre otras que el lector podría definir, se destacan las siguientes ventajas:
- Nos da confianza. Una investigación en Australia determinó que incluso los millennials, que no tienen afinidad con los medios tradicionales, confían más en los impresos que en otras fuentes, particularmente en relación a las redes sociales. El Yellow Social Media Report 2018 encontró que el 73% de los encuestados confiaba en las fuentes de noticias tradicionales muy por encima de lo que aparecía en fuentes como Twitter, Facebook o Instagram (16%) o en las publicaciones de amigos y familiares (11%). Un tercio de los encuestados admitió haber reaccionado a algo en las redes sociales que luego descubrieron que no era cierto (las llamadas “fake news”). En ese sentido, lo digital llama la atención, pero lo impreso nos gana el respeto.
- Facilita la comprensión y la concentración. Un estudio publicado en 2010 -basado en más de 70.000 casos de 27 países distintos- comprobó que por ejemplo criarse en una casa con muchos libros era una enorme ventaja a futuro para los niños frente a quienes nacen con solo acceso a computadoras, videojuegos y herramientas digitales. Al leer un periódico en papel, la concentración para poder entender lo que está enfrente es altamente superior que en un sitio web. Además, ciertas prácticas propiciadas por lo digital, como la tendencia a leer en barrido y fragmentariamente, podrían estar socavando nuestra capacidad de hacer lecturas concentradas y de largo aliento.
- Enciende los sentidos. La tangibilidad de la impresión enciende los sentidos de una manera diferente a lo que vemos en una pantalla. Cuando estamos leyendo el diario, el hecho de dar vueltas las páginas y sentir el olor del papel nos puede ayudar para más tarde recordar qué estábamos leyendo. Memoria táctil y memoria visual se activan y el lector es capaz de conectar emocionalmente. En 2012, The Guardian publicó un estudio en el que la mitad de una clase leyó una historia en digital y la otra mitad la misma historia en papel. Como resultado, los lectores del iPad no se apropiaron de la historia, y no fueron capaces de conectar con ella en un nivel emocional, mientras que los que leyeron en papel, disfrutaron de la lectura de una forma más profunda y recordaron más detalles de la lectura.
El papel perdura en el tiempo y podemos volver a él cuando queramos, sin necesidad de contar con un dispositivo con Internet para acceder a él. Además, nunca falla: nunca se quedará sin batería, ni se apagará o dejará de funcionar por motivos desconocidos.
Equipo Prensa
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