Un nuevo análisis de Cybertrust Latam destaca que la evolución del cibercrimen hacia una estructura más organizada, automatizada y eficiente incrementará dramáticamente la presión sobre industrias tradicionalmente vulnerables el próximo año, pero también sobre sectores que hoy parecían menos expuestos. Para 2026, algunos sectores serán especialmente atractivos para los atacantes.
- Salud
El sector salud seguirá siendo un blanco prioritario. Los sistemas de salud manejan grandes volúmenes de datos sensibles como, por ejemplo: historial clínico, identificaciones, credenciales, datos personales, lo que los convierte en un botín muy valioso.
José Antonio Lagos, CEO de Cybertrust Latam, explica que “muchas instituciones de salud hacen esfuerzos de digitalización acelerada (cartolas electrónicas, telemedicina, IoT médico), lo que amplía la superficie de ataque. Al combinar esto con modelos de cibercrimen cada vez más automatizados y sofisticados, la probabilidad de incidentes graves aumenta sensiblemente. Los centros de salud menores o con recursos limitados quedarán más expuestos, porque cuentan con menos inversión en seguridad, brechas en personal e infraestructuras desactualizadas. Por todo esto, en 2026, salud no será solo una industria vulnerable: probablemente sea de la más atacada.”
- Educación e Investigación
Instituciones educativas y de investigación concentran datos de estudiantes, personal, resultados, investigaciones, acceso a plataformas, credenciales, lo que los hace un blanco útil para robo de datos e intrusiones.
José Antonio Lagos resalta que “en los últimos años ya se han observado incrementos muy significativos en ciberataques contra este sector: aumentos de doble dígito en ataques semanales por organización. Muchos establecimientos educativos cuentan con infraestructuras de TI menos robustas o con menos presupuesto para ciberseguridad, lo que los hace objetivos fáciles cuando los atacantes usan técnicas automatizadas, bots, IA o ransomware. Dado que la amenaza global se está “industrializando”, ataque rápido, automatizado, a escala, la educación se vuelve especialmente vulnerable. Por tanto, el sector educativo probablemente seguirá entre los más afectados en 2026.”
- Manufactura, Producción e Industrias Críticas
Sectores industriales y de manufactura aparecen frecuentemente como objetivos importantes: muchas empresas de manufactura han reportado un aumento en incidentes de ciberataques.
José Antonio Lagos explica que “la razón está en la digitalización de operaciones, automatización industrial, cadenas de suministro, conexión de sistemas OT (operacionales) con TI, lo que amplía la superficie vulnerable: un fallo, un ransomware, un ataque a sistemas de control puede detener líneas de producción completas, con grandes pérdidas económicas. Además, con la ‘industrialización del cibercrimen’ (ataques más rápidos, automatizados, paralelos) los atacantes pueden apuntar a múltiples objetivos de manufactura a la vez, explotando vulnerabilidades comunes, software desactualizado o configuraciones débiles. Todo esto, hace a la manufactura una de las industrias más vulnerables en ciberataques durante 2026”
- Finanzas, Seguros y Servicios Financieros
Sectores financieros y de seguros concentran datos extremadamente valiosos: información económica, datos de clientes, transacciones, activos. Eso los convierte en objetivos privilegiados para ransomware, fraudes, robos de identidad, phishing y ataques dirigidos.
José Antonio Lagos detalla que “con el aumento de la sofisticación de los ataques (uso de IA, bots, automatización) los atacantes pueden lograr intrusiones más rápidas, afectar múltiples entidades al mismo tiempo, o apuntar a vulnerabilidades comunes en sistemas financieros que no estén completamente protegidos. Además, la confianza del cliente, la regulación cada vez más estricta sobre datos personales, y el valor económico del daño hacen que un ataque exitoso pueda tener consecuencias graves: pérdidas financieras, fuga de clientes, sanciones, daño a la reputación. Por eso, Finanzas y Seguros seguirán siendo blancos prioritarios hacia 2026.”
El CEO de Cybertrust Latam concluye que “2026 marcará un quiebre: gracias a la combinación de inteligencia artificial, automatización, oferta ‘industrializada’ de servicios delictivos y mercados clandestinos más organizados, los atacantes serán capaces de lanzar ataques a gran escala, de forma simultánea, con velocidad de máquina, reduciendo barreras técnicas y multiplicando víctimas. Ante este escenario, la capacidad de defensa dependerá tanto de tecnología, como de gobernanza, conciencia institucional, planes proactivos de ciberresiliencia, monitoreo constante, segmentación de riesgos y buenas prácticas. Las industrias mencionadas: salud, educación, manufactura, finanzas, deben prepararse desde ya.”











































