Por Suina Chahuán, Subsecretaria de Minería
Durante la última semana de octubre, tuve el privilegio de formar parte de una delegación público-privada que representó a Chile en el marco de una nueva versión de la International Mining and Resources Conference (IMARC) en Sydney, Australia, una de las mayores plataformas de encuentro, discusión y desarrollo de la industria minera a nivel global. Este viaje fue una oportunidad estratégica para consolidar el liderazgo de Chile en minería, destacar nuestra posición como un proveedor clave de minerales críticos, e integrar aprendizajes y alianzas que nos permitan proyectar el futuro de la industria.
Es significativo constatar el evidente reconocimiento internacional que tiene la minería chilena. Este no se debe únicamente a nuestras vastas reservas minerales o los altos volúmenes de producción, sino que también está cimentado en los altos estándares operacionales, tecnológicos y socioambientales que hemos alcanzado, y que nos permiten afirmar con certeza que somos un país que lidera en este crucial sector productivo. Por supuesto, esto no significa que nuestra industria esté exenta de complejos desafíos como la descabornización o la gestión de pasivos ambientales, sin embargo, partimos de una base sólida y la dirección a la que hay que transitar es clara.
Durante nuestra estadía, además de recorrer la feria y acompañar a nuestra delegación, visitamos los estados de New South Wales y South Australia, promoviendo las ventajas comparativas de la minería chilena, destacando nuestra riqueza mineral, décadas de experiencia acumulada y fortaleza institucionalidad. Además, compartimos los avances en políticas públicas como la Estrategia Nacional del Litio, el Royalty Minero y los proyectos en curso para optimizar los sistemas de permisos ambientales y sectoriales, elementos clave para mantenernos competitivos en un contexto global cada vez más exigente.
Sostuvimos reuniones bilaterales con autoridades de Australia, Alemania y Perú, fortaleciendo valiosos lazos internacionales. Además, conocimos los campus y laboratorios de las universidades de New South Wales y Adelaide, con las que exploramos posibles oportunidades de colaboración en áreas de ingeniería y desarrollo tecnológico. Las reuniones con compañías mineras locales nos ofrecieron una mirada privilegiada sobre los desafíos que enfrenta el sector.
Asimismo, conocer las historias y aprendizajes de proveedores chilenos que han logrado posicionarse en el exigente mercado australiano fue un claro testimonio de la capacidad de innovación y adaptación de nuestras empresas. Estas experiencias nos invitan a reflexionar sobre el rol que, como Estado, debemos cumplir en el análisis de inteligencia de mercado y en el fortalecimiento de las capacidades de nuestros proveedores. Apoyar sus procesos de internacionalización es esencial para maximizar las oportunidades de éxito y consolidar la presencia chilena en escenarios globales.
Sin duda, las conclusiones y aprendizajes de esta experiencia son múltiples, no obstante, me gustaría destacar uno especialmente relevante en el actual contexto de creciente interés por aumentar la exploración y diversificar nuestra minería, en línea con la estrategia de minerales críticos en la que estamos trabajando como Ministerio.
Durante nuestra visita a la biblioteca de testigos de sondajes (testigoteca) de South Australia, que alberga más de 130 años de muestras de exploración geológica, y en las reuniones con Geoscience Australia, la agencia gubernamental especialista en materias geocientíficas, pudimos intercambiar conocimientos sobre nuevas técnicas de exploración y profundizar en la importancia de contar con sistemas robustos para organizar, acceder y compartir la información geocientífica.
Chile se encuentra en un punto crucial para avanzar en este último desafío. Recientemente se modificó el Código de Minería para robustecer la entrega de información geológica a Sernageomin, cuestión fundamental para implementar un sistema eficiente de gestión de información geocientífica, que no sólo facilitará la toma de decisiones estratégicas, sino que también potenciará la capacidad de investigación del sector minero e impulsará la búsqueda de nuevos depósitos minerales.
Fuente: Corporación Alta ley
Equipo Prensa
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