Por: Constanza Navarro Abbott, Brand Manager de GoodMeal.
En diciembre de 2016, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 18 de junio como el Día de la Gastronomía Sostenible para promover todo lo que contribuye de manera natural al consumo de alimentos y evitar que se genere un impacto negativo sobre el medioambiente.
En un mundo donde, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se desperdicia, es necesario construir un planeta más sostenible creando conciencia para adquirir nuevos hábitos alimenticios que colaboren tanto a la protección y preservación de los recursos provenientes de la tierra, como a la población mundial.
1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician al año y por lo mismo es importante darle más énfasis a instancias como el Día de la Gastronomía Sostenible, que además de ayudar al planeta, promueven generar conciencia social y ambiental.
Si bien se están conformando comisiones y grupos de expertos en nuestro país hasta la fecha no existe un mecanismo oficial para medir la pérdida y el desperdicio de alimentos, lo que dificulta entre otras cosas, terminar con la contaminación medioambiental por desechos de comida lo cual favorece la emisión de gases de efecto invernadero, por lo que expertos han puesto la alerta roja para comenzar a educar en este tema y así evitar la aceleración del calentamiento global.
El desperdicio de alimentos tiene diversas consecuencias en la población chilena, una de ellas es el despilfarro de recursos naturales cómo agua, tierra y energía que se requiere para producirlos. Por otro lado, la generación de residuos orgánicos que genera la emisión de unos de los gases más nocivos para el medio ambiente, gases de efecto invernadero.
Es fundamental implementar políticas públicas para tener un flujo efectivo y una mejor coordinación en la cadena de suministros entre productores y consumidores. Esas mismas leyes regulatorias pueden generar incentivos económicos para fomentar prácticas más sustentables, como disminuir los impuestos para aquellas tiendas y supermercados que realizan acciones para evitar el desperdicio de alimentos.
Un trabajo en conjunto que involucre a todos los actores de la cadena de producción de alimentos, desde productores a consumidores, puede ser la solución para comenzar a disminuir las cifras en el desperdicio de alimentos. Al mismo tiempo, crear campañas de concientización para la población es imprescindible para avanzar hacia un futuro más sostenible, en el cual todos tenemos un rol fundamental. Con pequeñas acciones podemos generar un tremendo impacto en reducir el desperdicio de alimentos, como por ejemplo planificar la compras, elegir frutas y verduras pese a su apariencia, tener un correcto almacenamiento de los alimentos, comprar alimentos próximos a su vencimiento si serán consumidos en el corto plazo, ponerse creativo en la cocina para aprovechar todos los ingredientes y productos que tenemos en nuestra cocina, entre otras.
Equipo Prensa
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