La IA Agéntica es el siguiente paso de la IA, capaz de tomar decisiones y ejecutar acciones. Representa una inversión importante y ofrece gran potencial para Chile, pero exige datos confiables, seguridad y expertos.
En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha avanzado notablemente, revolucionando diversas industrias con nuevos modelos y enfoques. Entre estas innovaciones destaca la “IA Agéntica,” considerada la próxima gran promesa tecnológica, por su capacidad de actuar de forma autónoma, diferenciándose de la IA Generativa, que se limita a crear contenido como textos, imágenes o música a partir de instrucciones humanas.
La IA Agéntica sobresale por ir más allá de la generación de contenido, enfocándose en la toma de decisiones y acciones autónomas. Esto incluye habilidades como razonamiento, aprendizaje y optimización de procesos. Por ejemplo, mientras la IA Generativa redactaría una campaña de marketing, la IA Agéntica distribuiría ese contenido en los canales más efectivos basándose en análisis de datos en tiempo real.
En términos prácticos, la IA Agéntica está transformando industrias. Por ejemplo en atención al cliente, estos sistemas no solo responden preguntas, sino que abren tickets y resuelven problemas de manera autónoma. Asimismo, en finanzas, analizan datos de mercado y ejecutan operaciones de inversión siguiendo políticas de riesgo. En logística, optimizan rutas de entrega y gestionan inventarios en tiempo real. Además, en gestión documental, permiten realizar tareas como proteger documentos con contraseñas o iniciar procesos de firma electrónica mediante comandos en lenguaje natural.
“En Chile, la inversión en IA ha ido en aumento y se ha construido lo necesario para comenzar a implementar IA Agéntica en todo tipo de industrias, desde minería y agricultura hasta la banca y el retail. Procesos de automatización y análisis de datos que antes eran imposibles cada vez están más cerca,” afirmó Ignacio Munizaga, CEO de Magnet.
Sin embargo, esta tecnología emergente plantea retos importantes. Entre ellos, la privacidad y protección de datos, dado que los agentes pueden acceder a múltiples sistemas y recopilar gran cantidad de información. Además, su autonomía introduce incertidumbre, haciendo esencial la supervisión para evitar errores o decisiones sesgadas. Al igual que la IA Generativa, los agentes pueden producir resultados inesperados, lo que subraya la importancia de diseñar mecanismos de validación y retroalimentación.
El despliegue de IA Agéntica implica costos significativos. Se requiere una infraestructura tecnológica avanzada, talento humano especializado y datos confiables. Según Ignacio Munizaga, “invertir en la infraestructura y gobernanza de datos es el paso previo necesario antes de montar un sistema de IA Agéntica, y de hecho, nunca es un esfuerzo en vano: mejorar la calidad de datos añade valor a cualquier otra iniciativa tecnológica.”
A pesar de los desafíos, las oportunidades son notables. En 2023, el mercado de agentes de IA fue valorado en 3.860 millones de dólares, con una proyección de crecimiento del 45,1% anual entre 2024 y 2030, según datos de Computer World. Plataformas como Appian, Atlassian, Cisco Webex, Cloudera, Pega, Salesforce, SAP, ServiceNow y Workday ya están integrando esta tecnología, acelerando su adopción global y posicionándola como una herramienta clave para el desarrollo de industrias en todo el mundo.
La IA Agéntica no solo marca un salto cualitativo frente a la IA Generativa, sino que redefine el futuro de la inteligencia artificial. Aquellas empresas que inviertan de manera estratégica en su implementación y gestionen adecuadamente los riesgos asociados obtendrán una ventaja competitiva que impulsará la innovación y el crecimiento, especialmente en mercados como el chileno.
Equipo Prensa
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