- El 2024 ha sido un año clave para la electromovilidad en Chile, con un impresionante aumento del 183% en las ventas de autos eléctricos, consolidando al país como uno de los referentes regionales en esta transición hacia tecnologías más sostenibles. Este crecimiento no es casualidad, sino el resultado de un esfuerzo conjunto entre el gobierno, el sector privado y diversas instituciones que han apostado por un futuro más limpio y eficiente. Sin embargo, a pesar de los avances, el camino hacia la meta de lograr que el 100% de los autos vendidos en Chile sean eléctricos para 2035 sigue estando lleno de desafíos.
Una de las grandes ventajas competitivas de Chile en este proceso es su abundancia de recursos esenciales para la producción de baterías de autos eléctricos, como el cobre y el litio. Estos elementos otorgan al país una posición privilegiada en el mercado global. Además, la inversión creciente de empresas automotrices y energéticas en infraestructura y soluciones tecnológicas está abriendo nuevas oportunidades económicas y ambientales que, si se aprovechan adecuadamente, pueden transformar la economía chilena.
La Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC) ha sido un actor fundamental en este proceso, reunificando a marcas importadoras de vehículos y apostando por la movilidad sostenible. Según Gustavo Hunter, jefe del Departamento de Movilidad Sostenible de ANAC, la demanda de autos eléctricos está aumentando, lo cual es una señal clara de que la transición está en marcha. Sin embargo, Hunter también señala que aún existen retos importantes, como la falta de incentivos claros para la adquisición de estos autos. Aunque en 2024 se ofrecieron beneficios, como la exoneración del pago de permisos de circulación para los autos eléctricos, estos beneficios están empezando a disminuir, lo que plantea la necesidad de nuevas políticas públicas que sigan impulsando el mercado.
Chile ya ha tomado medidas significativas en esta dirección, como la implementación de la Ley de Eficiencia Energética, que establece metas de rendimiento para los autos importados e incentiva la venta de modelos eléctricos e híbridos. Sin embargo, uno de los principales obstáculos sigue siendo la falta de infraestructura de carga adecuada y la necesidad de una mayor educación y concientización en torno a los beneficios de los autos eléctricos. Estos modelos, además de ser más amigables con el medio ambiente al no emitir gases contaminantes, tienen ventajas a largo plazo en cuanto a costos operativos. Los autos eléctricos requieren menos mantenimiento y el costo de la electricidad para recargarlos es considerablemente inferior al de los combustibles fósiles, lo que representa un ahorro significativo para los usuarios.
Las cifras del 2024 hablan por sí solas: más de 4.500 unidades de autos eléctricos fueron comercializadas, lo que representa un aumento del 183% en comparación con el año anterior. Este repunte es un claro indicio de que los consumidores están comenzando a ver los autos eléctricos no solo como una opción ecológica, sino como una alternativa viable económicamente. Factores como precios más accesibles, la estandarización de los conectores de carga y la implementación de leyes más amigables con el medio ambiente han sido clave para este crecimiento.
A pesar de los desafíos, Chile está en una posición privilegiada para liderar la región en la adopción de tecnologías limpias, y es crucial que el gobierno, las empresas y la sociedad trabajen en conjunto para garantizar que esta transición sea lo más eficiente, inclusiva y sostenible posible. Solo así podremos aprovechar al máximo las oportunidades que la electromovilidad tiene para ofrecer.
Equipo Prensa
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