Gracias al crecimiento continuo y pronunciado de la tecnología, cada vez más mecanismos y posibilidades se incorporan a nuestras vidas cotidianas para hacerlas más cómodas, facilitar procesos que anteriormente tomaban mucho tiempo y esfuerzo, y en general reducir costos, no solo financieros, sino también en términos de energía y capacidad mental y física a la hora de llevar a cabo nuestras rutinas diarias. Estos son solo algunos ejemplos que permiten ver cómo la tecnología ha entrado en nuestras vidas para facilitarlas:
Las cajas de autoservicio en los supermercados, como el sistema Scan&Go incorporado por Jumbo, que permite reducir las colas a la hora de pagar, además de facilitar un mayor control por parte del usuario en cuanto al manejo de su facturación y de sus pagos, y reducir la necesidad de interacción humana para las personas que se sienten más cómodas con la tecnología, al tiempo que despeja las cajas tradicionales para que otros usuarios tengan que esperar menos tiempo.
La entrega a domicilio de productos farmacéuticos: Desde que compañías como Farmacias Salcobrand se han aliado con plataformas de entrega a domicilio como PedidosYa para ofrecer sus productos en la puerta de tu casa, es mucho más fácil recibir no solo medicinas, sino también productos de belleza o cuidado personal, sin necesidad de movilizarte. Esto no solo facilita la vida diaria al usuario común, sino que constituye una enorme ayuda para las personas con problemas de salud o circunstancias como embarazo o reposo postnatal, que pueden así reducir el tiempo en trayecto y en espera para cubrir sus necesidades.
Sitios web como Amazon, MercadoLibre o plataformas de compra en línea de grandes tiendas, como Falabella, Paris o Hites, permiten a los consumidores adquirir cualquier cosa, desde un televisor hasta un vestido, en pocos clics y sin necesidad de salir de su hogar, y recibirlo al poco tiempo directamente en casa, o recogerlo rápidamente en la tienda de su preferencia y ahorrarse el costo del envío.
Gracias a sitios como SkyScanner o Despegar puedes reservar un vuelo o un hotel desde tu teléfono, o a través de Uber, pedir un taxi en cualquier lugar del mundo. Estos avances, que en ocasiones damos por sentados, resultan en una enorme ventaja a la hora de planificar y llevar a cabo viajes, en particular si visitamos lugares que no conocemos de antemano o en los que el idioma puede ser un obstáculo.
En ciudades como Santiago, existen sistemas de bicicletas públicas que puedes alquilar usando una aplicación en tu teléfono móvil, lo que te permite recoger una bicicleta en cualquier punto de la ciudad y devolverla en otro, pagar directamente con tu tarjeta de crédito o débito, y no depender de horarios de apertura o cierre ni de filas para pagar. Estas alternativas no solo ahorran tiempo y dinero a los usuarios, sino que contribuyen a la creación de una ciudad más ecológica y agradable para todos.
Equipo Prensa
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