A lo largo de la historia, ha habido momentos tecnológicos en los que hemos podido percibir un cambio. Momentos en los que sabemos que un descubrimiento o innovación está a punto de cambiar la industria y hasta el mundo tal cual lo conocemos.

Si nos remontamos a siglos atrás, podemos pensar en Johannes Gutenberg, que inventó la imprenta en 1455; en James Watt, que creó la máquina de vapor en 1765; o en Alexander Graham Bell, que diseñó el primer teléfono en 1876. En tiempos más contemporáneos, la primera computadora surgió en 1937 y tanto la computadora personal como Internet cobraron vida en 1974. Hay más ejemplos de estas instancias, por supuesto, pero lo que me llama la atención es el ritmo con el que se ha evolucionado.

Antes, llevaba años presenciar un nuevo acontecimiento. Hoy en día, vemos cómo las innovaciones ocurren cada vez más rápido. La mayoría de las veces, si nos demoramos en adoptar una nueva tecnología, nos quedamos rezagados. Vimos que ocurrió con el software open source, el cloud computing y la automatización, y ahora lo vemos con la inteligencia artificial y el machine learning.

Sin embargo, esto no implica abandonar todo lo que nos ha costado tanto conseguir. La próxima generación de tecnologías, como la IA, deben integrarse a la perfección con las tecnologías que ya se emplean en las empresas. Necesitamos innovación que nos impulse a avanzar sin borrar nuestro presente.

La IA ha alcanzado un punto de inflexión en el que no podemos ignorarla. En su lugar, tenemos que decidir cómo, dónde y POR QUÉ vamos a utilizarla.

Desde mi punto de vista, este es uno de los momentos más emocionantes para la tecnología. Los avances que sonaban de ciencia ficción hace pocas décadas atrás son hoy un lugar común. La inteligencia artificial se ha movido de la sombra de lo académico a la ubicuidad de ChatGPT. También se ha movido de ser una herramienta que estaba solo accesible para algunos a un movimiento que ahora es impulsado y utilizado por las masas. Combinar el impacto y la naturaleza colaborativa del código abierto con el potencial de la IA nos permitirá resolver los problemas del mundo de manera mucho más efectiva y rápida de lo que hemos soñado posible.

 

Estamos limitados sólo por nuestra creatividad. El elemento ingenioso de la IA es que no necesita ser una única cosa para todos. Cada uno de nosotros necesitamos analizar cómo utilizarlo para nuestros negocios y para nuestras industrias. Si bien es posible que no haya una solución única para todos, ninguno de nosotros puede ignorar la IA como un conductor del cambio. Tenemos la oportunidad de abrazar este momento y ser parte de dar forma al futuro.

 

A pesar del entusiasmo que existe con la IA, reconozco que hay verdades contradictorias a las que nos enfrentamos. Primero, se nos pide que hagamos más con menos. Ese es un desafío común en TI, pero hoy, es más férreo – menos personal, menos herramientas o con presupuesto reducido. Y segundo, se nos pide que continuemos el impulso de innovar a escala – ajustar los recursos rápidamente, alcanzar las demandas cambiantes o crecer en nuevos objetivos. Si bien el abordar estas necesidades aparentemente incompatibles puede parecer abrumador, el mayor error que cualquiera de nosotros puede cometer es encogerse e intentar mantener lo que ya tenemos en lugar de empujar por el crecimiento y el desarrollo. Si bien es difícil de fusionar, este es el momento de avanzar hacia adelante. Intentar algo nuevo, cambiar los procesos y cambiar el status quo.

 

En el Red Hat Summit, eso es lo que alentamos – cambio. No solo por el cambio en sí, sino para ayudar a impulsar un momento de innovación para TUS negocios. Quizás esté construido alrededor de Ansible Event-Drive, donde tienes la posibilidad de liberar a un equipo de TI a abrirse a nuevas fuentes de ingresos. O quizás puedes adoptar Red Hat Trusted Software Supply Chain, y ser capaz de empujar la innovación aún más rápido mientras retienes la resiliencia a las vulnerabilidades de la cadena de suministros.

 

Lo que presentamos con Ansible Lightspeed y Red Hat OpenShift AI puede ser lo que necesites para construir tu momento. La promesa de una IA de dominio específico, en este caso para automatización de TI, o una base estandarizada para un entrenamiento uniforme del modelo de IA/ML podría permitirle acceder a los beneficios de IA que funciona para TU organización.

 

No sabemos lo que depara el futuro – ChatGPT-3 ni siquiera es precognitivo todavía. Esto no quiere decir que no podemos anticiparnos a los desafíos que podemos enfrentar en los próximos meses y años. Para prepararnos, podemos reforzar nuestros recursos y simplificar, destilando nuestro trabajo para enfocarnos en lo que más importa y lo que nos impulsa hacia adelante para alcanzar el momento de innovación.

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