El próximo 10 de octubre Josefina Araos, Óscar Landerretche, Antonio Walker e Ignacio Yarur serán los protagonistas del Seminario “Llegó la hora de la confianza: Del diagnóstico a la acción”, organizado por la Unión Social de Empresarios, Ejecutivos y Emprendedores Cristianos (USEC). En este espacio intercambiarán ideas y compartirán propuestas concretas para que el país retome la confianza de forma integral.
Se dice que los números hablan por sí solos y este año las encuestas muestran que la confianza es algo en lo que el país debe trabajar con ahínco y celeridad, ya que el deterioro de esta es un problema que Chile arrastra desde hace varios años, pero que hoy se percibe con mayor fuerza: Según el Informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2024 del PNUD, la confianza interpersonal en Chile llegó a un 15%, la cifra más baja desde 1999.
Para abordar este tema, USEC realizará el Seminario “Llegó la hora de la confianza: Del diagnóstico a la acción”, el cual reunirá a Josefina Araos, investigadora IES; Óscar Landerretche, economista; Antonio Walker, presidente de la SNA; e Ignacio Yarur, director del banco Bci, para compartir sus diversas visiones y experiencias para elaborar una guía para la reconstrucción de la confianza en Chile.
“La caída en los niveles de confianza en Chile es algo que se ha vuelto una constante en el país y en este seminario no solo pretendemos analizar los motivos de esto, sino que también queremos generar y proponer ideas concretas para recuperar la confianza en ámbitos tan relevantes como el humano, político y económico, y puntualmente cómo desde la empresa podemos aportar en eso”, señaló Enrique Cruz, presidente de USEC.
La desconfianza debilita la democracia
Tras diez años desde su última medición, el Informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2024 del PNUD arrojó que la confianza interpersonal en Chile alcanzó un 15% y la participación en organizaciones un 22%, tratándose en ambos casos de mínimos históricos desde 1999. Ambos factores afectan negativamente el tejido social, al reducir la capacidad para actuar colectivamente en pos del país, creando las limitaciones e impedimentos para efectuar los cambios sociales demandados.
A estas cifras, se suma la desconfianza hacia quienes ejercen funciones de representación, puesto que hay una mala evaluación del desempeño de los liderazgos políticos. Entre las críticas de la ciudadanía a estos actores destacan que ponen por delante sus propios intereses (23%), su falta de experiencia, preparación o conocimiento (20%), el desconocimiento de los problemas de la gente (20%), que ponen por delante sus ideologías (19%) y su falta de voluntad para llegar a acuerdos (14%).
Así, la teoría de la “villanización” de los liderazgos políticos planteada en el reporte PNUD 2015, vuelve a ratificarse en esta medición, dado que más de la mitad de las personas responsabiliza del estancamiento y del deterioro del país a los liderazgos políticos (67%). Todas estas aristas traen como consecuencia una afectación a la legitimidad y eficacia de la democracia frente a los desafíos actuales.
Sin ir más lejos, en la Encuesta Seguridad y Democracia realizada por la UDP y Feedback, un 68,4% de las personas declara estar insatisfecho o muy insatisfecho con el funcionamiento de la democracia en Chile y también un 52,8% cree que un régimen autoritario enfrentaría mejor la delincuencia. Coincidentemente, mediciones como la Encuesta CEP apuntan a la delincuencia, asaltos, robos y narcotráfico dentro de las mayores preocupaciones de los chilenos.
La confianza mirada desde la economía
Cada ciudadano toma decisiones económicas día a día y la confianza se posiciona como un factor determinante para saber en qué y dónde invertir. Esto tiene repercusiones en el mundo empresarial dado que, según el Estudio de Confianza 2024 de PwC Chile y UDP, la valoración de una compañía afecta positiva o negativamente en sus ventas, en la disposición de pagar y en las recomendaciones.
Asimismo, la gran mayoría de los encuestados (82% consumidores, 83% colaboradores y 91% directores) coincide en que las organizaciones tienen la responsabilidad de generar confianza, siendo un factor determinante para ello una comunicación clara.
“El desafío que enfrentamos no es menor. Como empresarios, ejecutivos y emprendedores cristianos, entendemos que nuestro rol en la sociedad no es solo económico, sino también ético y con un fuerte rol público que cumplir. Este es un llamado a cada uno de nosotros. La confianza no puede ser restaurada por unos pocos, nos requiere a todos. Desde los grandes empresarios hasta los pequeños emprendedores. Desde las mesas directivas hasta las oficinas, talleres y fábricas. Desde el mundo público hasta el privado. Cada acción cuenta”, cerró el líder de USEC, Enrique Cruz.
Equipo Prensa
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