Respecto a las inversiones en infraestructura, el monto para este año ha superado los 113 mil millones, concentrándose principalmente en aumentos en capacidad de producción de agua potable (57%).
En el marco de sus planes de desarrollo de infraestructura para ampliar su cobertura, capacidad y mantención de la calidad de servicio, las empresas de agua potable y saneamiento han mantenido la intensidad de gestión e inversión ante la necesidad de enfrentar los desafíos del cambio climático. Lo anterior se expresa en la sequía que ya afecta hace más de 14 años al país, pese a que en algunas zonas del país la situación hídrica es más alentadora que el año anterior producto de las mayores lluvias caídas y niveles de embalses.
Bajo este escenario, son cruciales las inversiones de la industria para asegurar los servicios de agua potable y saneamiento de la población, tanto en términos de cantidad, calidad y continuidad, así como de resiliencia.
De este modo, para la temporada de verano 2023-2024, las compañías agrupadas en la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess) desembolsaron cerca de $142 mil millones sólo en producción y distribución de agua potable para hacer frente a la temporada de mayor demanda. Esto incluye obras emblemáticas de seguridad que fortalecen los sistemas productivos para sortear de mejor manera eventos de la naturaleza, ya sea en términos de escasez hídrica (nuevas fuentes de agua, interconexiones) o de resiliencia (turbiedades, por ejemplo) así como planes de eficiencia en las redes para mejorar disminuir las pérdidas.
Respecto a las inversiones en infraestructura, el monto para este año ha superado los 113 mil millones, concentrándose principalmente en aumentos en capacidad de producción de agua potable (57%), que incluyen ampliación de Plantas de Tratamiento de Agua Potable existentes y estudios de diversificación de fuentes de abastecimiento; seguido por obras de construcción y habilitación de nuevas fuentes de agua (23%), que considera perforación y habilitación de nuevos sondajes (73 nuevas instalaciones) y además nuevas captaciones en todas las localidades e incluye mantención de sondajes y captaciones existentes; seguido de inversión en planes de eficiencia hidráulica para la disminución de las pérdidas en las redes (14%) como sensorización y equipamiento para la detección y reparación de fugas y obras de seguridad (6%) para enfrentar mejor los eventos climáticos extremos desde la continuidad de los servicios.
Por otro lado, más de 25 mil millones corresponden a gasto en compra de agua para reforzar los sistemas. “Este año hay una mejoría de la situación hídrica en algunas regiones del país y el desarrollo de nueva infraestructura. Sin embargo, es importante recalcar que, a pesar de las lluvias del pasado invierno, la sequía persiste. Como industria sanitaria debemos estar a la altura de los efectos del cambio climático y nuestro compromiso es que a nadie le falte agua en calidad y cantidad”, señaló Lorena Schmitt, Presidenta Ejecutiva de Andess.
¿En qué zonas se concentraron las inversiones?
Los gastos en compra de agua para reforzar aquellos territorios más afectados por la megasequía se concentran principalmente entre las regiones de Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana, donde ha sido necesario como en años anteriores el arriendo y compra de agua cruda, la que posteriormente es dirigida hacia las plantas potabilizadoras para su distribución a la población.
La zona norte concentró un 48% de las inversiones, destacando principalmente la ampliación de las capacidades de desalinización en la región de Antofagasta y Arica y Parinacota, nuevas fuentes de agua para las regiones de Tarapacá, obras de seguridad en la región Atacama y el inicio de la construcción de una batería de sondajes, conducciones y plantas de tratamiento de agua potable para la región de Coquimbo.
La zona central concentró un 44% de las inversiones, destacando por ejemplo nuevas fuentes de agua y planes de eficiencia hidráulica para las regiones de Valparaíso y Metropolitana, aumento de la capacidad de producción de agua potable y nuevas fuentes de agua en las regiones de O´Higgins, Maule, Ñuble y Biobío.
La zona sur concentra un 8% de las inversiones, principalmente en la región de la Araucanía una fuerte inversión en planes de eficiencia hidráulica, nuevas fuentes de agua para las regiones de los ríos y Los Lagos y aumentos de capacidad y obras de seguridad para las regiones de Aysén y Magallanes.
Equipo Prensa
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