Si bien Chile se posiciona como líder en la región en la generación de Energías Renovables No Convencionales, estimándose que en 2026 representarán el 70% de la matriz, también este crecimiento implicará un aumento de los residuos.
Para ello, el Ministerio de Energía elaboró la Hoja de Ruta de Economía Circular para el periodo 2025-2030, la cual está próxima a ser lanzada tras finalizar su consulta pública. Así lo señaló Eduardo Acuña, Jefe de la División de Desarrollo de Proyectos de esa secretaría de Estado al exponer en el IV Seminario Internacional del Hidrógeno, organizado por la Universidad Autónoma de Chile.
“Es crucial mirar más allá de la entrada en operación de los proyectos —incluidos los de hidrógeno verde— para abordar la pregunta de qué sucederá con ellos al finalizar su vida útil. Se estima que, para el año 2080, los residuos proyectados de ERNC, como paneles solares y aerogeneradores, podrían superar el millón de toneladas”, afirmó Acuña.
La transición hacia la EC está respaldada por la Política Energética Nacional, que establece el mandato de que todos los proyectos de energía adopten este enfoque para 2050, y por el Plan de Acción de Hidrógeno Verde 2023-2030, que define estándares de circularidad. El principal motor normativo es la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP), que próximamente incluirá a los paneles fotovoltaicos y las baterías como productos prioritarios, obligando al desarrollo de la infraestructura y tecnología de reciclaje necesaria.
Con respecto a la Hoja de Ruta esta se articula en torno a tres objetivos principales: impulsar acciones que superen barreras regulatorias, fortalecer capacidades en el sector y articular espacios de encuentro para promover la sensibilización, y acompañar la promoción de proyectos que apliquen la EC.
Hidrógeno verde y sostenibilidad
“La naciente industria del Hidrógeno Verde (H2V) constituye una oportunidad única para incorporar el enfoque de EC desde la etapa de diseño de sus proyectos y la cadena de valor asociada.”, indicó Acuña.
Sin embargo, informó que persisten desafíos importantes que deben ser abordados de manera transversal, como la actual calificación de residuos peligrosos para los paneles solares, que dificulta su reutilización; la falta de estandarización en la composición de componentes para facilitar el reciclaje, y la necesidad de aumentar la infraestructura de valorización.
Equipo Prensa
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