Santiago, 2024 — La NASA está desarrollando tecnologías clave para enviar astronautas a Marte a partir de la década de 2030. Sin embargo, antes de llegar al planeta rojo, la Luna se ha posicionado como una escala obligatoria, sirviendo como terreno de prueba para las tecnologías espaciales que, en el futuro, permitirán el establecimiento de asentamientos humanos en otros planetas.
Misiones como Chang’e-5 (2020) y Chang’e-6 (2024) de China, así como el exitoso alunizaje del Chandrayaan-3 de India en 2023, reflejan el creciente interés internacional. Esto, mientras el programa estadounidense Artemis, de la NASA, busca llevar nuevamente a las y los humanos a la superficie lunar para 2028, más de 50 años después del primer alunizaje.
Estas iniciativas dependen en gran medida de la robótica, que permite realizar tareas vitales como la extracción de recursos y la construcción de infraestructuras. A medida que los sistemas robóticos se vuelven más sofisticados, se espera que lideren el camino hacia una exploración lunar más sostenible y escalable.
Robots: la opción más eficiente para explorar el espacio
La misión Apolo 11, que llevó al primer humano a la Luna, fue extraordinariamente costosa. Según The Planetary Society, el costo ajustado por inflación de esta misión sería de 3.000 millones de dólares en la actualidad. Entre 1969 y 1972, otras cinco misiones tripuladas lograron hazañas cada vez más ambiciosas, incluyendo el uso del rover lunar en sus últimas tres expediciones.
“Con el tiempo, los proyectos espaciales se volvieron más accesibles, gracias a la reducción en los costos de hardware y presupuestos de lanzamiento, entre otros factores”, explica Lyubomyr Demkiv, director de Robótica y Automatización Avanzada en SoftServe.
Enviar robots al espacio no solo es más económico que enviar humanos, también es más seguro. Los robots no necesitan alimentos ni descanso y pueden operar en condiciones extremas durante largos periodos sin necesidad de regresar a la Tierra. Son capaces de soportar niveles de radiación, temperaturas extremas y peligros que resultarían letales para los astronautas.
La tecnología robótica actual ha permitido que vehículos exploradores recopilen información clave sobre la superficie lunar. Sin embargo, las zonas más accidentadas siguen siendo un reto para los rovers tradicionales, lo que limita la obtención de datos cruciales.
SoftServe está desarrollando una solución alternativa: vehículos voladores libres o drones lunares, que ofrecen mayor movilidad para mapear la superficie lunar. Propulsados por cohetes, estos pueden sobrevolar regiones inaccesibles para los rovers tradicionales, recopilando datos precisos esenciales para futuras exploraciones planetarias, especialmente en la prospección de recursos.
“Gracias a la baja gravedad de la Luna y la ausencia de atmósfera, estos drones pueden recorrer grandes distancias”, detalla Lutz Richter, experto en Proyectos Espaciales de SoftServe. “Nuestro sistema de guiado para un dron lunar de 70 kg permite exploraciones económicas mediante vuelos controlados con precisión, aterrizajes y despegues suaves. Equipado con navegación basada en visión y un algoritmo SLAM, mapea de forma autónoma el terreno y alcanza objetivos predefinidos, haciendo que las misiones lunares sean más asequibles”.
Los retos de la robótica espacial
En los últimos tres años, más de 40 empresas han ingresado al sector de la robótica espacial, atrayendo más de 200 millones de dólares en capital de riesgo. Según GlobalData, la robótica espacial es una de las tecnologías emergentes con mayor índice de innovación, transformando industrias como la manufactura, la salud y la logística.
Sin embargo, el crecimiento del sector enfrenta desafíos. La robótica y la automatización industrial son disciplinas multidisciplinarias que requieren conocimientos avanzados en física, ingeniería, programación e incluso química.
La falta de expertos calificados complica aún más este panorama. La mayoría de estas personas trabajan en universidades, pero la industria necesita soluciones rápidas y prácticas. Para convertirse en expertos en robótica, los profesionales deben combinar conocimientos académicos en física, matemáticas y teoría de control con habilidades empresariales que traduzcan soluciones técnicas en aplicaciones rentables.
Equipo Prensa
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