El hidrógeno verde ha tomado relevancia internacional, producto de la crisis climática que afecta a nuestro planeta. Para este elemento, se han definido 7 roles, los que permitirán avanzar en la explotación de fuentes renovables de energía y en la descarbonización a nivel mundial.
Los principales roles del hidrógeno consideran hacer gestionables, a gran escala y de forma eficiente, las fuentes renovables de energía; distribuir energía limpia entre distintos sectores geográficos; permitir un sistema eléctrico más robusto y resiliente; facilitar la descarbonización de distintos sectores como el transporte, la industria y la calefacción de edificios y servir como materia prima para distintas industrias. Así, por ejemplo, se podría usar para producir fertilizantes a partir de amoníaco renovable o bien, producir combustibles sintéticos a partir de la mezcla de hidrógeno verde y CO2.
Las aplicaciones industriales se masifican día a día y el desarrollo tecnológico permite la incorporación de este combustible para avanzar en los desafíos que impone el cambio climático.
Considerando las bondades del hidrógeno y la potencialidad que tiene Chile para ser un actor clave en la nueva economía del mismo -pues cuenta con los recursos renovables en cantidad y calidad suficientes para la producción de hidrógeno verde y sus derivados-, es necesario avanzar en algunos desafíos socio-políticos. Desde el punto vista técnico, económico y ambiental, los proyectos de hidrógeno verde ya están siendo atractivos para que las compañías inviertan en este. Sin embargo, aún faltan por desarrollar temas regulatorios y de política pública para facilitar la implementación de este tipo de iniciativas.
Considerando que la producción de hidrógeno verde se debe sustentar en fuentes renovables, de modo de no tener asociadas emisiones de CO2 en su producción, Chile carece de una regulación adecuada para las energías renovables (solar, eólica y otras), lo que dificulta el desarrollo de un mercado sostenible. Esto pone en riesgo la atracción de inversiones de empresas europeas y americanas, entre otras, obstaculizando la transición hacia una matriz completamente renovable.
Nuestro país, debe avanzar en infraestructura habilitante que permita una explotación extensiva de las fuentes renovables, por ejemplo, construyendo nuevos sistemas de transmisión de electricidad producida y avanzar en un esquema tarifario ad hoc, que permita atraer nuevas inversiones y se reconozca la contribución al sistema eléctrico de estas fuentes, pues hay horarios en que se valora a “precio cero” la energía eléctrica renovable, lo cual, dificulta cubrir los costos operacionales y las inversiones realizadas.
Es perentorio avanzar en resolver decididamente los problemas regulatorios, por lo que es necesario llevar adelante correcciones al modelo vigente e implementar medidas adicionales para corregir las distorsiones del mercado y garantizar la sostenibilidad del sector.
Dr. Lorenzo Reyes-Bozo
Decano de la Facultad de Ingeniería y Director del Grupo de Investigación en Energía y Procesos Sustentables.
Universidad Autónoma de Chile
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