La Coalición Nacional Chao Carbón ha presentado una declaración pública expresando su preocupación ante las inconsistencias encontradas en el nuevo Plan de Descarbonización del Gobierno, que ha sido sometido a consulta pública entre el 8 de noviembre y el 16 de diciembre.
Entre ellas se encuentran la no actualización del cronograma vigente de cierre de las termoeléctricas, el no abordar el futuro de las 8 centrales que todavía permanecen sin compromisos de cierre y la ausencia de acciones específicas para implementar una transición socioecológica justa en las comunas donde operan estas plantas.
La alerta se agrava frente a la propuesta de reconversión a una planta de co-combustión de carbón y amoníaco, presentada por la empresa Guacolda Energía, e incluida en el nuevo Plan de Descarbonización. Tras estudiar detenidamente esta propuesta, la Coalición señala que esta tecnología perpetúa la quema de carbón en la matriz eléctrica e incrementa las emisiones de óxidos de nitrógeno, lo cual es contradictorio con los objetivos del Plan de Descarbonización y el mandato de la Ley Marco de Cambio Climático.
Tan solo a 6 kilómetros de Huasco, las 5 unidades de generación a carbón de la empresa Guacolda Energía Ltda, la mayor empresa termoeléctrica a carbón de Chile, anunció que se encuentra estudiando la reconversión de su complejo carbonífero a la co-combustión de carbón y el uso de amoníaco para disminuir los gases de efecto invernadero.
La empresa ha asegurado que la utilización de esta tecnología es totalmente segura, tanto desde el punto de vista medioambiental como de la comunidad. Sin embargo, los expertos de la Coalición Chao Carbón han presentado la alerta afirmando que esta propuesta de reconversión seguiría provocando graves daños a la salud de la comunidad y al medioambiente, perpetuando a Huasco como zona de sacrificio.
Declaran firmemente que la combustión de carbón con el uso del amoniaco como combustible no ha sido probada a gran escala comercial. Actualmente, Japón es el único país que ha declarado un proyecto de prueba de co-combustión carbón-amoniaco (Hekinan, 1000 MW), es decir, si Guacolda decide implementar esta tecnología definitivamente la comunidad de Huasco sería utilizada como conejillo de indias a nivel mundial.
¿De qué se trata esta propuesta?
Guacolda propone un plan de reconversión en dos etapas. En la primera el objetivo es producir energía mediante un 30% de amoniaco y 70% de carbón pulverizado para 2030, lo que reduciría las emisiones de CO2 de 0,95 tCO2/MWh netos a 0,67 tCO2/MWh, con un consumo anual de amoniaco de 200.000 toneladas.
En una segunda etapa, se reconvertirán las 5 unidades de la planta con el objetivo de producir energía mediante la quema de un 50% de carbón pulverizado y un 50% de amoniaco, reduciendo emisiones de CO2 a 0,48 tCO2 /MWh netos.
Sin embargo, al respecto, la coalición Chao Carbón advierte que además de mantenerse la quema de carbón y sus emisiones de metales pesados y contaminantes locales, la co-combustión de carbón/amoniaco aumenta la emisión de óxidos de nitrógeno (NOx), que contribuyen a la formación de smog y lluvia ácida, afectando la salud de las personas, causando inflamación de las vías respiratorias y daño pulmonar. También puede agravar enfermedades cardíacas y aumentar el riesgo de infecciones pulmonares. Además, contribuye a la formación de ozono troposférico, que puede irritar los ojos y los pulmones, empeorando las condiciones respiratorias existentes.
Conoce más de esta problemática urgente en los sitios de Coalición Chao Carbón en https://www.chaocarbon.cl/ y de Chile Sustentable en https://chilesustentable.net/
Equipo Prensa
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