Datos en tiempo real, sistemas de operación automatizados e integración de plataformas financieras, son algunos de los aspectos a evaluar.
Frente a un mercado cada vez más dinámico y exigente, la digitalización financiera es casi una obligación para las Pymes. Desde luego, la incorporación de soluciones digitales puede resultar muy ventajosa en términos de ahorro de tiempo, dinero y toma de decisiones estratégicas. Sin embargo, es importante conocer y hacer uso de las herramientas adecuadas para cada necesidad.
Lo anterior, porque muchas veces se confunde con mantener datos arriba de la nube o realizar procesos en línea con haber digitalizado las áreas del negocio, aunque la realidad dista mucho de aquello. En este sentido, Smart CFO, especialistas en asesoría tributaria y financiera para Pymes, entrega algunos ejemplos que dan cuenta de una verdadera digitalización en el caso de las finanzas de tu negocio:
Sistemas de operación automatizados: “Tiene que ver con la utilización de softwares especializados de contabilidad, reportería, RRHH, gestión de caja, etc., que permitan automatizar la entrada de datos, procesos como la conciliación bancaria y contabilizar, la generación de informes financieros y minimizar las horas de dedicación a todas estas actividades recurrentes que utilizan gran parte del tiempo en una Pyme”, explican los especialistas.
Integración de plataformas financieras: “Para asegurar una fluidez de datos y una visión integral de la salud financiera de la empresa, es clave que los sistemas financieros sean integrados con las otras herramientas de gestión operacional como podría ser un sistema de inventario, venta o RRHH entre otros. El poder integrar las diferentes fuentes de información permite garantizar una mirada holística de la situación de la empresa”, puntualizan los expertos.
Datos en tiempo real: “La data es el nuevo oro para las empresas e implementar por ejemplo aplicaciones que permitan a los empleados cargar recibos, aprobar facturas, gestionar compras y autorizar gastos reduciendo la intervención manual implican un ahorro de tiempo importante, facilita la toma de decisiones y acceder a toda la información de forma fácil para encontrar mejoras en los procesos internos”, explican desde Smart CFO.
Como en toda inversión, es importante considerar que este proceso tiene tanto costos iniciales, como las licencias de los softwares y capacitaciones al personal, así como costos continuos, relacionados con el mantenimiento, la integración de datos y las actualizaciones de las herramientas.
“Invertir en tecnología es clave para el desarrollo de cualquier negocio y para su proyección futura. De lo contrario, siempre está el riesgo de quedar rezagado frente a la competencia y perder oportunidades de crecimiento”, señalan desde Smart CFO.
Equipo Prensa
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