El Informe “Tracking The Trends 2022”, elaborado por Deloitte, establece que los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) y el impulso hacia un futuro con bajas emisiones de carbono son prioridad para la industria minera, a medida que van superando el impacto de la pandemia mundial.

La 14ª edición anual del informe de minería y metales de Deloitte Global “Tracking The Trends 2022” explora las tendencias clave a las que se ven enfrentadas las empresas mineras y de metales, las que podrían redefinir la forma en que la industria se prepara para la transición energética del mundo y cumplen con los objetivos de descarbonizaciones y medioambientales, sociales y de gobierno (ASG). El informe examina lo que el sector minero está haciendo bien y lo que debe mejorar, además de ofrecer ejemplos de mejores prácticas.

“En este momento hay una convergencia de factores a los que el sector minero tiene que hacer frente si quiere tener una ventaja competitiva”, afirma el líder del sector Minería & Metales de Deloitte Global, Andrew Swart.

En tanto, el líder de Minería y Energía de Deloitte en Chile, Dominic Collins señala que “el impacto actual de la pandemia en el trabajo y el impulso de la digitalización, como la necesidad de desarrollar y cumplir con los compromisos de sostenibilidad, son los desafíos que el sector debe abordar, pero dentro de estos desafíos también se encuentran nuevas oportunidades para redefinir la industria”.

 

Posicionamiento para un futuro más sostenible

La COP26 que se llevó a cabo en Glasgow, Reino Unido, en noviembre de 2021, destacó el papel integral de la industria minera en el suministro de los metales y materiales críticos para un futuro con bajas emisiones de carbono. Desde Deloitte explican que las empresas mineras deben poner énfasis en la forma cómo se posicionen hoy en estos temas, ya que deben estar preparadas para este futuro o podrían quedar atrás en cuanto a su ventaja competitiva durante la próxima década.

Si bien el objetivo principal de la industria minera continuará siendo el mismo -suministrar metales y minerales a los sectores derivados-, la transición energética presenta una oportunidad única para que los líderes se reorganicen, generen nuevo valor y forjen alianzas para crear un futuro más responsable y atractivo para la industria, explican desde la firma. Para aprovechar las oportunidades y crear organizaciones aptas para el siglo XXI, las empresas deben hacer evolucionar los negocios tradicionales de la minería mediante nuevos modelos de negocios y asignación de capital, prácticas de trabajo ágiles y tecnologías basadas en datos, detalla el informe de Deloitte.

 

 

Principales tendencias del sector

 

Deloitte Global ha identificado diez tendencias que podrían afectar al sector en los próximos 12 a 18 meses. Cada una de estas tendencias tiene un papel que desempeñar para guiar a las empresas hacia el éxito más allá de la pandemia y hacia un futuro más sostenible.

  1. Alinear la asignación de capital con los ASG: Aunque gran parte de la atención se centra hoy en el cambio climático y la descarbonización, las empresas deben pensar de forma holística y garantizar que sus decisiones de asignación de capital reflejen sus compromisos ASG. La creación de una cartera de empresas, iniciativas y proyectos que sean estratégicamente sólidos, creadores de valor, resistentes y sostenibles minimizará el riesgo ante la incertidumbre futura y aumentará el valor agregado de las participaciones de una empresa a lo largo del tiempo.

«A medida que las empresas avanzan hacia la integración de la ASG en sus estrategias, un elemento diferenciador clave será la narrativa que construyan para los inversores en torno a sus inversiones de capital», afirma Swart. “Las empresas pueden mirar sus carteras a través del lente de un potencial inversor ASG, como considerar la posibilidad de analizar más allá de las métricas tradicionales de retorno de la inversión a las que ayudan a las empresas a lograr sus compromisos más amplios de cero neto”.

  1. La reconfiguración de las cadenas de valor tradicionales: La transición energética está reconfigurando la cadena de valor tradicional de la minería, creando nuevos retos y oportunidades para la industria. Es probable que exista un reajuste de las carteras para posicionarse hacia la transición energética, nuevas alianzas en la cadena de valor, nuevos participantes o competidores para algunas materias primas y otras empresas.
  2. Operar en el entorno normativo y fiscal posterior a la pandemia: Con los precios de las materias primas disparados en 2021, muchos países están buscando regulaciones y nacionalismo de recursos para recuperar los ingresos perdidos durante la pandemia. Esto puede ir desde la expropiación y nacionalización de activos hasta la aplicación de nuevas formas de tributación por parte de los Estados. Las empresas deben aprender a operar en este nuevo entorno demostrando su valor más allá de los impuestos -incluyendo sus esfuerzos en materia de ASG- a los gobiernos.
  3. Integrar los aspectos ASG en las organizaciones: Las empresas mineras y metalúrgicas deben estar configuradas funcionalmente para responder y abordar las oportunidades, los retos y los riesgos relacionados con la ASG. Las empresas deben crear modelos operativos que respalden sus compromisos en esta materia, para alcanzar sus objetivos. A nivel práctico, estos modelos operativos deben facilitar la visibilidad, la responsabilidad y la colaboración entre departamentos, junto con una estructura de gobierno clara.
  4. Evolución del mundo laboral de la minería: Durante varias décadas, a las empresas mineras les ha costado encontrar talentos para que trabajen en sus empresas, y la pandemia intensificó este reto. Verse enfrentado a este mercado laboral cada vez más competitivo requiere que las empresas mineras y metalúrgicas se posicionen como un sector y un empleador atractivos. La construcción de una cultura de liderazgo ofrece a las mineras la oportunidad de tener una ventaja estratégica y sostenible a través del capital humano.
  5. Establecer un nuevo paradigma para las relaciones con los indígenas: Las comunidades indígenas de todo el mundo suelen estar interesadas en establecer un nuevo tipo de entendimiento y conexión con las empresas mineras y metalúrgicas que participan en su entorno. Cuestiones como la descarbonización y la gestión de los recursos naturales, la obtención de talentos y liderazgos diversos, son todos subconjuntos potenciales de cómo los pueblos indígenas pueden ayudar a las empresas mineras y metalúrgicas a relacionarse mejor y cumplir con sus responsabilidades como actores dentro de un paisaje. A la hora de planificar nuevos proyectos, las empresas mineras deberían buscar oportunidades que se ajusten a los objetivos y prioridades de las propias comunidades locales.
  6. Continuar el camino hacia las organizaciones impulsadas por la innovación: Aunque la necesidad de innovar ha sido durante mucho tiempo una tendencia clave en la minería, una serie de factores recientes deberían motivar a las organizaciones a intensificar sus esfuerzos. Entre ellos se encuentran las nuevas prácticas de trabajo a distancia impulsadas por la pandemia, la necesidad de encontrar nuevas formas de descarbonización y el margen de maniobra que pueden aportar los altos precios de las materias primas. Las empresas mineras deberían reestructurar y replantearse los procesos para poder adoptar estos cambios y beneficiarse de ellos, dejando atrás el enfoque tradicional de la estabilidad.
  7. Liberación de valor a través de operaciones integradas: Las empresas mineras y metalúrgicas deben hacer un mejor uso de la transformación digital para impulsar la toma de decisiones de forma integrada y eficaz. Los conocimientos y la visibilidad que proporciona la digitalización pueden ayudar a las empresas a empoderar a los empleados de todos los niveles para tomar decisiones, así como permitirles responder a situaciones ambiguas y complicadas, desbloqueando así un valor significativo.
  8. Cerrar la brecha de vulnerabilidad entre la tecnología de la información (TI) y la tecnología operativa (TO): La ciberseguridad de las empresas mineras se ha centrado tradicionalmente en funciones como las finanzas o los recursos humanos y no en el terreno de las minas. Sin embargo, con un mayor número de dispositivos conectados, algunas de las mayores vulnerabilidades cibernéticas de la industria están relacionadas con la tecnología operativa, los sistemas de control industrial y los sensores. Como muchas empresas mineras están en el comienzo de sus viajes digitales, es importante poner el tiempo, la atención y la inversión ahora, para garantizar que las operaciones no queden expuestas en el futuro.
  9. Preparar las operaciones para un clima cambiante: La mitigación es solo una pieza del rompecabezas cuando se trata del cambio climático. Las empresas mineras deben prepararse para los impactos físicos que un clima cambiante puede producir en sus negocios y operaciones. Las herramientas digitales pueden ofrecer información que ayude a afrontar estos riesgos, así como a dar transparencia a las complejas redes de abastecimiento.
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