Tecnología de reciclaje molecular, que permite descomponer plásticos y poliéster que antes no eran viables de reciclar, y segregación de residuos industriales sólidos, para generar combustibles alternativos sólidos, y transformarlos en un producto con un alto poder calorífico, que por ejemplo puede ser aprovechado por la industria cementera, son algunas de las innovaciones que están implementando las empresas del rubro para mejorar su aporte a la descontaminación del planeta.

 

Un poco más de 18 millones de toneladas de residuos al año se generaron en Chile el 2020, según el último Reporte del Estado del Medio AmbienteUna de las medidas que busca cambiar esta realidad, es la Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que principalmente obliga a fabricantes e importadores de seis productos prioritarios (neumáticos, envases y embalajes, aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, pilas y baterías) a recuperar un porcentaje de ellos –fijado anualmente por el Ministerio del Medio Ambiente– una vez que se transforman en residuos. De esta forma, Chile logrará implementar paulatinamente la economía circular, que es un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, reutilización y reciclaje.

Para ello, es fundamental que las empresas implementen la tecnología e innovación, con el objetivo de procesar y reciclar la mayor cantidad de materiales para que vuelvan a tener una vida útil. Y ya hay compañías que se encuentran trabajando en esa dirección para reducir sus impactos y ser un aporte a la descontaminación del planeta. Varios de estos ejemplos se dan en la industria química, la que abastecen a todo tipo de rubros, como el minero, farmacéutico, alimentario, forestal, agrícola, vitivinícola, textil, de pintura, belleza, entre muchos otros.

Sergio Barrientos, gerente general de la Asociación Gremial de Industriales Químicos de Chile, ASIQUIM, que reúne a cerca de 130 empresas del rubro, comenta que “en el desarrollo de nuestras actividades empresariales y demostrando el compromiso de nuestro sector con la sustentabilidad, nuestros asociados buscan ir más allá de la normativa establecida, incluidos los temas de reciclaje. En ese sentido, las obligaciones en cuanto a la recuperación de materiales que impone la Ley REP, requiere innovación para mejorar e incluso posibilitar el reciclaje de ciertos materiales, para lo que la industria ha desarrollado y está desarrollando diversas alternativas de recuperación en el mundo y también en nuestro país”.

El gerente de la asociación precisa que más allá de los materiales incluidos en la Ley REP, “las empresas de ASIQUIM están colaborando en la búsqueda de una economía circular con varias acciones, incluida la optimización de sus procesos para el uso eficiente de los recursos y la minimización de las emisiones, en concordancia con los principios rectores de Responsible Care®, lo que por cierto incluye una disminución en la generación de residuos”.

 

Rompecabezas molecular

Panimex, dedicada a la producción y comercialización de plastificantes, junto a su área de Desarrollo Científico Tecnológico de Reciclaje, está desarrollando la tecnología de reciclaje molecular, para reciclar plásticos y poliéster que no pueden ser reciclados debido a su composición. El gerente general de Panimex y vicepresidente de ASIQUIM, Juan Pablo Gazmuri, explica que esta tecnología, también llamada reciclaje químico, es un proceso innovador que permite descomponer los materiales plásticos en sus componentes básicos, a nivel molecular, lo que brinda la capacidad de reciclar y reutilizar materiales “como el plástico negro o de color oscuro, o el plástico que ha sido reciclado muchas veces perdiendo sus propiedades físicas, también fibras textiles y hasta redes de pesca de poliéster. Es como desarmar un rompecabezas para obtener todas las piezas individuales y luego usar esas piezas para crear nuevos productos, en este caso, de mayor valor agregado y vida útil, para industrias como la de vestuario, automotriz o de la construcción. Esto puede impulsar el desarrollo económico y la creación de empleo en el país”.

El gerente agrega que al utilizar materiales reciclados se fomenta la economía circular y reduce la dependencia a los recursos naturales, que son limitados. “Este tipo de reciclaje no discrimina y es un buen complemento a las tecnologías existentes, pudiendo hacerse cargo del plástico de rechazo en el reciclaje tradicional o plásticos que ni siquiera se recolectan por no encontrar actualmente alternativas de valorización”.

Hoy el proyecto se encuentra en una etapa de prueba e implementación a escala industrial, donde se han reciclado el equivalente a 600.000 botellas. “En esta fase, estamos enfocados en reciclar PET, específicamente residuos de envases y embalajes y otros productos plásticos de un solo uso que con la tecnología existente no pueden ser reciclados de manera mecánica. También, estamos en conversaciones y por probar en la planta piloto el reciclaje con fibras de poliéster, redes de pesca, entre otros productos problemáticos”.

Otro ejemplo de innovación en materia de reciclaje es el de VOLTA, empresa de gestión de residuos que está desarrollando nuevos proyectos que buscan potenciar la circularidad de ciertos residuos peligrosos, que tienen una baja tasa de recuperación a nivel nacional y pocas alternativas de tratamiento en el mercado. “El más próximo a operar es la segunda etapa de nuestra Estación de Transferencia de Residuos Peligrosos en la Región Metropolitana, la cual contará con un galpón de segregación de residuos industriales sólidos, para generar un combustible alternativo sólido”, comenta Felipe Norambuena, jefe de desarrollo RESPEL de VOLTA.

Norambuena explica que el combustible alternativo sólido es un ejemplo de valorización energética que permite eliminar las características de peligrosidad de distintos residuos y transformarlos en un producto con un alto poder calorífico, el que por ejemplo puede ser aprovechado por la industria cementera, reduciendo así el uso de combustibles fósiles.

 

Triciclos eléctricos

BASF, dedicada a la elaboración de productos químicos e industriales, en su planta Concón, ubicada en Quintero, ha logrado revertir el gran déficit de lugares para disponer los residuos reciclables, de manera innovadora. A través del programa “Conectar para transformar” seleccionó a la empresa Reciclador para patrocinar sus proyectos «Electro reciclaje de envases plásticos PET y PEAD» (2020) y “Energía solar para reciclar” (2021), y así contribuir a la sociedad y el medioambiente en la zona.

“El primer proyecto, consistió en la adquisición de triciclos eléctricos para recolectar y retirar residuos plásticos PET y PEAD de diferentes puntos verdes habilitados en la comuna de Quintero y de contenedores en forma de pez para fomentar la limpieza de las playas, a fin de generar un manejo sostenible de los residuos”, señala Karin Willeke, encargada de Sustentabilidad Corporativa y Diversidad, Equidad e Inclusión de BASF, detallando que en la segunda iniciativa se implementaron paneles fotovoltaicos para cargar los triciclos eléctricos de manera sustentable y reducir la huella de carbono. “Además, los paneles alimentan de energía a una máquina moledora de plástico, para luego destinar los residuos a su reciclaje final, en donde son convertidos en materia prima para hacer claimshells (envases para alimentos), fomentando así la economía circular”, precisa.

Willeke cuenta que gracias a estas prácticas la cantidad de puntos verdes creció un 120%, con 44 instalaciones al día de hoy. “A diciembre de 2022, se han reciclado 9.715 kilos de desechos, evitando la emisión de más de 21 toneladas de CO2, 39 mil litros de agua y ahorrando 48mWh de energía, el equivalente al consumo diario de más de 2 mil hogares. Además, se ha generado empleabilidad, ya que Reciclador aumentó en un 600% el número de trabajadores formales”.

Por otra parte, TW Logística, también perteneciente a ASIQUIM, tiene como principal innovación el reciclaje del papel de soporte de etiqueta y los restos de maderas de pallet. “El papel de soporte de etiquetas lo reciclamos en nuestras instalaciones y se lo entregamos a RECUPAC, quienes lo procesan y se generan nuevas materias primas para la fabricación de nuevos rollos de etiquetas. Respecto del proceso de valorización energética de restos de madera de pallet, estos son acumulados en cada una de nuestras bodegas y luego RECUPAC los transporta a una planta de destino final, en donde a través del proceso de incineración son procesados energéticamente en nuevos procesos productivos. Gracias a este proceso no solo reducen el impacto medioambiental, sino que también generan ingresos por venta de residuos”, puntualiza Felipe López Arenas, jefe de medioambiente y calidad de la compañía.

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