- Cada vez son más los emprendimientos con un modelo económico amigable con el medio ambiente y las comunidades, que reconocen las ventajas de contribuir a la sociedad y usan la fuerza de los negocios para generar un impacto positivo.
Según la Real Academia Española, innovar es, simplemente, “mudar o alterar algo, introduciendo novedades”, pero hoy en día sabemos que innovar es mucho más. El valor que tiene la innovación es crucial para las economías para, por cierto, poder aumentar la productividad, pero por sobre todo para poder satisfacer las necesidades crecientes y cambiantes de las personas.
Es así que las innovaciones, por lo general, producen cambios positivos en la vida de las personas, en las comunidades o en los resultados de los negocios, permitiendo, además, que los sistemas evolucionen con su entorno.
Y la aceleración tecnológica tiene un rol crucial en la necesidad de innovar, pero también en su habilitación. De hecho, luego de más de 15 meses enfrentados a una pandemia, hemos sido testigos de dos fenómenos muy claros: por una parte, de cómo el mundo comienza a tener nuevas necesidades (como nuevas herramientas para comunicarse, aplicaciones para poder visitar remotamente a un médico o soluciones de última milla más eficientes, por ejemplo); pero también, por otro lado, hemos visto cómo los negocios cuentan con nuevas herramientas para poder satisfacer estas necesidades y, a su vez, poder crear nuevas. Y, en esto, el mundo digital ha sido clave.
“La innovación es el arte de cuestionar constantemente cómo mejorar y ser más eficiente, y cómo hacer una contribución mayor y generar un real impacto. Es un trabajo muy valorado en lo personal a través de los coaches y mentores, pero a nivel empresarial es fundamental, es lo que permite que una organización esté viva, desafiada, fuera de su zona de confort. Hace algunos años estuve con un alto ejecutivo de un lab de innovación de un retailer chileno y me dijo algo que da para pensar, «el fundador de la compañía nos desafió con la siguiente solicitud: inventen algo que haga quebrar mi empresa actual». Ahí está el real valor de la evolución y no caer en el conformismo”, explica el socio en The Cow Company e integrante del G100, Ronny Majlis.
Apostar por impactar (e invertir con y en propósito)
Pero, muchas veces, apoyar estas tremendas ideas puede ser muy riesgoso desde la óptica de la inversión. Para el CEO de Broota, principal plataforma de inversión en startups de impacto en Chile, Federico Iriberry, es clave entender que cuando uno apoya ideas innovadoras la probabilidad de perder toda la inversión es más alta, pues el éxito de estas buenas ideas también dependerá de qué tan preparado está el mercado para recibirlas.
“Pese a lo anterior, cuando a estos negocios les va bien, no solo generan ganancias mayores, sino que además cambiarán positivamente las formas de hacer las cosas, por lo que el rédito es mucho mayor que en cualquier otro negocio”, comenta Iriberry.
Rodrigo Albagli, abogado socio fundador de Albagli Zaliasnik (AZ) con una destacada trayectoria en la industria del venture capital, y encargado de liderar esta práctica en su firma, coincide con esta opinión: “Si uno piensa en el éxito de algunas de las startups chilenas más potentes que han emergido en el último tiempo, sin duda se nos vienen a la mente ejemplos tales como Cornershop, NotCo, Betterfly o Políglota”, reflexiona.
Para el abogado, estas startups y scale ups no sólo han sido noticia por lograr levantar importantes rondas de capital e incorporar inversionistas de clase mundial, sino que también por el impacto que están generando en la sociedad y la fuerte contribución a potenciar el ecosistema del venture capital en Chile y Latam, factores claves para promover un desarrollo sustentable y acortar las brechas existentes en nuestra economía.
Cabe recordar que, según datos de Corfo, pese a representar a cerca de un 1% de las empresas en Chile, este tipo de compañías aportan el 40% de nuevos empleos en el país, por lo que, muy probablemente, tendrán un rol protagónico en la reactivación económica una vez concluida la emergencia sanitaria.
“Todos estos datos muestran lo relevante que es hacernos cargo de esta tendencia y, por sobre todo, trabajar desde nuestros distintos roles para aportar a que cada día más startups y scaleups puedan crecer y ser financiadas con capitales locales, sea que provengan de fondos VC, family offices, como a nivel de grandes empresas a través de estructuras de corporate venture capital (CVC), todo lo cual permitirá un crecimiento sostenido de la industria del venture capital local, dejando de depender de los actores internacionales”, concluye el abogado.
Equipo Prensa
Portal Innova
