Por: María González, VP de Ventas para Hotelería y Restaurantes Oracle América Latina
Las cifras del turismo en Chile, durante la temporada estival 2025, fueron muy positivas, superando incluso niveles prepandemia. Por ejemplo, sólo en la región de Valparaíso, la tasa promedio de ocupación hotelera alcanzó el 71,98%, superando ampliamente el 62,30% registrado en la temporada 2024 y el 63,1% de la temporada previa a la pandemia en 2019. Cifras alegres para la industria pero que, a su vez, impulsan a seguir mejorando las experiencias de los usuarios a través de distintas herramientas, siendo una de ellas la inteligencia artificial.
En el caso de la industria hotelera, el desafío es aprovecharla inteligentemente para, con una gestión de datos adecuada, poder anticipar tendencias y planificar mejores estrategias de servicios para sus huéspedes. En primer lugar, se busca pasar del experimento al impacto, es decir, iniciativas concretas que resuelvan problemas agudos de la industria y creen nuevas oportunidades: agilizar los procesos de check-in; ofrecer sugerencias personalizadas en tiempo real como mejoras de habitación o recomendaciones de restaurantes; o alertar al personal para que ajuste la fuerza laboral de los próximos días en función de datos en tiempo real, como cancelaciones de vuelos, entre otras.
A su vez, la inteligencia artificial permitirá al huésped controlar totalmente su viaje desde antes de la llegada hasta después de la estadía. La proliferación de canales de distribución en línea, así como el surgimiento de nuevos actores en la industria como compañías de tarjetas de crédito que ofrecen premios e incentivos de viaje, brinda oportunidades para que las personas con conocimientos tecnológicos aprovechen múltiples programas de fidelización. Al «jugar» con estos programas, pueden desbloquear varios beneficios y personalizar aún más sus viajes según sus preferencias específicas. Ello permite a su vez, a los hoteleros, respaldar experiencias novedosas, mejorando sus ofertas.
Al consolidar sus ecosistemas tecnológicos y elegir proveedores que ofrezcan un conjunto completo de soluciones centrales, los hoteleros pueden eliminar la necesidad de duplicar interfaces y mapear datos entre sistemas, optimizando sus operaciones, reduciendo la complejidad que a menudo se asocia con la gestión de múltiples proveedores, ofreciendo precios más competitivos y abriendo oportunidades de ahorro de costos que pueden reinvertirse para mejorar la experiencia de los huéspedes.
Se pronostica a su vez que la sostenibilidad y las innovaciones con conciencia ecológica logren grandes avances durante este año. Ejemplos de ellos son la gestión de energía y los sistemas inteligentes de monitoreo del agua, la adopción de más plataformas digitales y basadas en la nube que reducen el consumo de energía, la promoción de operaciones sin papel, la minimización del desperdicio y el uso materiales sostenibles y reciclados.
Por último, y dado que las industrias tanto hotelera como de juegos son objetivos atractivos para los ciberdelincuentes, la seguridad emergerá como una ventaja competitiva. Si bien se entiende como una necesidad, ir más allá puede hacer una real diferencia en un mundo digital cada vez más riesgoso, en el que los huéspedes son más exigentes con sus datos personales y un abuso de confianza puede provocar una pérdida de lealtad y un daño significativo a su reputación. Para ello, por ejemplo, la nube ofrece capacidades de seguridad mejoradas que las soluciones locales a menudo tienen dificultades para igualar. Con cifrado avanzado, autenticación multi-factor y controles de acceso sólidos, las soluciones en la nube pueden proporcionar una defensa más sólida contra los ciberataques.