Por Diego González, CEO de Defontana
La inteligencia artificial (IA), así como el desarrollo de aplicaciones inteligentes, sin duda alguna, son las tendencias que dominarán el escenario TI en 2024. De hecho, según Gartner, de aquí a 2026, más del 80% de las empresas habrá utilizado API’s o modelos de IA generativa, democratizando su conocimiento y habilidades.
Ya somos testigos de que las aplicaciones inteligentes, enfocadas a la automatización de los procesos, tienden al mejoramiento y optimización de la productividad, lo cual seguirá perfeccionándose el próximo año, precisamente gracias a la IA y el aprendizaje automático, entregando experiencias cada vez más dinámicas, flexibles y adaptativas.
En el caso puntual de los ERP, la mayor tendencia se dirige hacia la interoperabilidad de los sistemas, una suerte de evolución hacia un verdadero ecosistema digital de gestión, con soluciones simples y escalables, capaces de integrarse a otros sistemas externos que, mediante API’s, enlacen y automaticen el traspaso de información entre la solución y las plataformas externas de clientes y proveedores, como bancos, instituciones financieras, sistemas de calificación de mora, e-commerce, marketplaces, sistemas inmobiliarios y mucho más, lo que permitirá a las empresas aumentar su productividad y eficiencia de manera significativa.
Ahora bien, la IA también será clave para la interoperabilidad y avance de estos ecosistemas digitales, por ejemplo, a través de modelos predictivos que utilicen datos históricos, como ventas y documentos tributarios, para apoyar a las empresas en sus controles de inventario y poder mejorar sus ventas.
No obstante, la proliferación de la IA en este ámbito también implica importantes desafíos. Entre ellos, la ciberseguridad, una normativa o marco regulatorio adecuado y la formación de talento capaz y certificado que pueda no solo desarrollar aplicaciones inteligentes e interoperables, sino que siga avanzando en todas las oportunidades que esta tecnología puede entregar.
Equipo Prensa
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