En esta entrevista, el Gerente de Sustentabilidad y Asuntos Corporativos de Aguas Pacifico explica que vivimos momentos en que es fundamental anticiparse y promover iniciativas de adaptación al cambio climático. Sanhueza destaca que el país “tiene gran abundancia de energías renovables que permiten que la desalinización sea realmente verde”.
Aguas Pacífico logró reanudar la construcción de su desaladora del Proyecto Aconcagua. ¿Qué evaluación hacen de este proceso?
Fue un proceso complejo, pero que llevamos adelante en todo momento buscando llegar a acuerdos que fueran de mutuo beneficio. Estos meses nos permitieron seguir avanzando en el desarrollo de nuestro proyecto, que sabemos representa un aporte para el país, pero que primeramente tiene que ser beneficioso para los habitantes y el territorio en que nos instalamos.
De esta manera, todo el proceso ha tenido como foco el cuidado de la Bahía de Quintero-Puchuncaví y su desarrollo, a través de un trabajo colaborativo con los pescadores de la zona.
Estamos convencidos de que esta planta es una buena noticia para Puchuncaví y Quintero. Se trata de una industria sustentable, sin chimenea, con estándares ambientales internacionales y que trae beneficios concretos para la bahía, además de aportar empleo y recursos que dinamizan este territorio con soluciones concretas a problemas de gran relevancia para la zona como la falta de recursos hídricos.
Sobre este proyecto, Aguas Pacífico ha señalado que este es bueno para el país, como también para la bahía de Quintero-Puchuncaví. ¿Qué detalles nos pueden entregar al respecto?
Estamos en un momento en que es fundamental anticiparse y promover iniciativas de adaptación al cambio climático. Las lluvias no están aseguradas y el cambio climático llegó para quedarse, causando el impacto que todos ya conocemos.
La desalinización es una alternativa estratégica para países con largos kilómetros de costa como Chile y una solución concreta para abordar la larga sequía que enfrenta el país y concretamente todas las comunas de la zona de influencia del proyecto, tanto en la región de Valparaíso como en la Región Metropolitana, siendo el Proyecto Aconcagua la primera planta desalinizadora que se instala en la zona central del país.
A diferencia de la mayoría de las plantas desalinizadoras en Chile que son para un usuario o cliente, esta planta está pensada para producir agua para diferentes sectores productivos, incluyendo el consumo humano. Se trata además de una planta que produce agua que es potabilizable, es decir que con sólo agregarle flúor y cloro, como lo exige la norma sanitaria (NCh 409), se convierte en agua potable.
Es así como el proyecto abastecerá de agua desalada a la minería, a clientes industriales y también a Servicios Sanitarios Rurales (ex APR) que se encuentran cercanos a la zona de influencia del proyecto. Actualmente, Aguas Pacífico ha firmado 7 convenios con Servicios Sanitarios Rurales y un convenio con la Comunidad Agrícola La Dormida, para la venta de agua a precio subsidiado, lo que contribuirá a dar seguridad de abastecimiento a un total de 40 mil habitantes.
Recientemente el Presidente Boric anunció un proyecto de ley para que el Ministerio de Obras Públicas tenga la facultad de construir plantas desalinizadoras directamente o mediante concesiones. ¿Qué cambios necesita el país en materias de regulación de desaladoras?
Creemos que la iniciativa anunciada por el Presidente Boric es una buena noticia para Chile y muestra la voluntad política del Ejecutivo para avanzar en este tipo de proyectos como una alternativa sustentable para el país, alineada además con la respuesta que han tenido otras naciones que ya han impulsado iniciativas para alcanzar la seguridad hídrica.
Adicionalmente hay que destacar que el país tiene gran abundancia de energías renovables que permiten que la desalinización sea realmente verde. Es una ventaja que también aprovechamos en Aguas Pacífico que operará 100% con energías renovables.
En esa línea, creemos que es clave avanzar hacia modelos de plantas desaladoras multipropósitos y multiclientes, como lo es la propuesta del proyecto Aconcagua, que permiten abastecer a diferentes industrias y clientes, y también el consumo humano.
De esta manera, se aborda el estrés hídrico que están sufriendo varias comunidades, así como también, se cuenta con una nueva fuente de agua para la implementación de proyectos estratégicos que el país requiere para impulsar su desarrollo, descomprimiendo así la disputa por el agua.
Aguas Pacifico participará del Congreso que la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES) que se realizará el 2024. ¿Por qué son importantes estos encuentros en los que se evalúan las nuevas fuentes de agua para nuestro país?
Estamos frente a una realidad y a una crisis hídrica que no vamos a solucionar con iniciativas atomizadas, sino que con una comprensión y una agenda país que impulse proyectos que permitan aportar de manera concreta a este complejo escenario climático mundial. Instancias como el Congreso ACADES nos permiten compartir experiencias, buenas prácticas y un relacionamiento entre los actores que nos permite generar lazos para un trabajo coordinado.
El Congreso ACADES de 2024, Nuevas fuentes de agua para Chile, reunirá a expertos en reúso y desalación, soluciones viables y sostenibles para abordar la crisis hídrica que enfrenta el país. El evento busca congregar a más de 400 asistentes, tanto nacionales como internacionales, vinculados a la industria, siendo un espacio privilegiado para quienes tienen interés en el sector. Se realizará en Santiago entre el 20 y 21 de marzo de 2024. Para más información, puede visitar el sitio www.congresoacades.cl.
Equipo Prensa
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