• La Cámara Minera de Chile manifiesta su profunda preocupación por el descenso de un 42 % en la inversión en proyectos mineros proyectada para los próximos dos años, según expresó su Presidente, Miguel Zauschkevich Domeyko.

 

La Corporación de Bienes de Capital (CBC) informó en su último reporte que la inversión pronosticada para el próximo bienio es de US$ 3.721 millones, lo que representa una caída del 42% respecto del ejercicio anterior, además, es la menor en intensidad en inversión en más de 15 años, lo que es preocupante y una alerta a las autoridades para buscar maneras de potenciar la inversión”, dijo Zauschkevich.

 

Para el próximo decenio la situación es un poco más alentadora;  la Comisión Chilena del Cobre, en su informe sobre la “Inversión en la minería chilena – Cartera de proyectos 2022-2031”, pronostica  para dicho periodo un total de 53 iniciativas avaluadas en US$ 73.655 millones, lo que significa  un aumento de 6,9% respecto a la cartera del año anterior.

 

«Sin embargo, para que la cartera del próximo decenio se concrete, debemos tomar medidas ahora”, señaló Zauschkevich.

 

La actividad minera tiene un efecto multiplicador en el empleo: por cada empleo directo se generan 3 empleos indirectos en servicios de apoyo, como transporte de minerales y concentrados, sondajes, perforación de túneles, arriendo de vehículos, estudios de ingeniería, alimentación, entre otros; actualmente la minería da empleo directo a 279 mil trabajadores, lo que implica 837 mil empleos indirectos; esto totaliza 1 millón 100 mil empleos, es decir el 14% de la fuerza laboral.

 

Además, es indispensable agilizar las decisiones de los organismos relacionados con normas medioambientales y – sobre todo  – establecer un acuerdo amplio a nivel político, de que las consideraciones técnicas no sean dominadas por variables políticas.  Esto es válido no sólo para los proyectos mineros, sino necesariamente para todas las actividades productivas.

 

Debemos fortalecer la exploración geológica básica, conocida como “greenfield”: sin esta etapa de prospección inicial no es posible encontrar nuevos yacimientos que permitan desarrollar nuevas minas.  Como incentivo a la exploración minera, en el Perú “se permite la devolución del Impuesto General a las Ventas y del Impuesto de Promoción Municipal a las empresas que realizan exploraciones mineras y de hidrocarburos”.  Esto implica un tremendo impulso a la actividad greenfield peruana, apoyo que en Chile es inexistente.  Hoy en día la  mayoría de los proyectos mineros chilenos consisten en ampliaciones de minas existentes, prácticamente no hay nuevos descubrimientos, con lo cual estamos hipotecando nuestro futuro.

 

“Si queremos realmente cumplir con la meta de electromovilidad para 2050, debemos extraer más cobre y más litio, no hay soluciones mágicas», finalizó Zauschkevich.

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