Por Gabriel Barbano, Gerente de Integraciones Corporativo Latam en Defontana
Sin duda, después del lanzamiento de ChatGPT ha habido un incremento e interés mucho mayor por la Inteligencia Artificial, IA. Este hecho, de alguna manera, no solo viralizó el concepto, sino también aterrizó la IA a las personas. No obstante, hace mucho se usa la IA en las empresas. Según Accenture, el 70% de las empresas en Chile ya la está utilizando, principalmente, para automatizar procesos y optimizar la productividad. En efecto, hoy la IA se está convirtiendo en una herramienta fundamental para redefinir la experiencia de cliente, interno y externo, y reinventar una amplia variedad de modelos de negocio.
Mucho se ha especulado de que podría reemplazar a las personas, pero lo cierto es que es un complemento que, si se aprovecha y domina de manera adecuada, puede tener importantes beneficios. Solo como ejemplo, según la Universidad de Standford, los agentes de atención al cliente de una organización que usan IA pueden ser 14% más productivos respecto de los que no la aplican.
Otra investigación, de AmCham Chile y la UDD, reveló que, de 62 empresas encuestadas en el país, la mitad tiene una adopción profunda de la IA con claras señales para generar valor, donde los sectores más avanzados son Información y Comunicaciones, Servicios TIC’s, Transporte y Almacenamiento, Finanzas y Seguros.
Sin embargo, las posibilidades y oportunidades que aporta la IA son enormes. En Chile, Banca, Finanzas y Retail han sido pioneras en el uso de IA, pero actualmente también está en Marketing, Logística, Gestión de Personas, Servicio al Cliente, I+D, incluso en Educación, Comercio, Turismo, Salud, Transporte, Agricultura y otros. Y es que la IA es pieza clave para impulsar nuevas capacidades en la interacción con las personas.
Herramienta para la productividad
En el ámbito de los ERP (sistemas de planificación de recursos empresariales), por ejemplo, también se está usando la IA en lo que es el aprendizaje automático, el despliegue en la nube y la analítica predictiva para administrar los datos. Las aplicaciones de la IA son diversas y extensas. Entre ellas, reconocimiento de voz, agentes virtuales, plataformas machine learning, automatización de procesos robóticos y un largo etcétera.
Por lo mismo, se pronostica que en la próxima década la IA elevará en 38% las tasas de rentabilidad de las empresas que la incorporen en el funcionamiento de su core (Accenture).
Lo cierto es que ahora es el momento de aplicar la IA de forma positiva y ética. Es muy importante que se regule, ya que es una tecnología muy poderosa que puede ser un gran apoyo a la productividad y eficiencia en los negocios. La IA es una herramienta, un complemento, que pronto será un estándar.
También hay que apoyar a las pymes en este proceso, puesto que es un sector donde apenas un 29% ha madurado digitalmente, según el Ministerio de Economía, lo que implica que un 70% de pymes tiene que avanzar en su digitalización.
Entonces, el desafío es tomar la IA como una gran oportunidad para crecer. Para eso, el trabajo debe alinearse entre públicos y privados, academia y empresas para desarrollar tecnología, talento y conocimiento en torno a la IA, generando así las capacidades para el fomento, aplicación y consumo de una tecnología estratégica para el desarrollo del país.
Equipo Prensa
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