Por Diego Ferruz R. Senior Manager | Risk Advisory Deloitte

La clasificación de activos es un proceso fundamental para la seguridad informática. Al identificar y clasificar los activos de una organización, se puede comprender mejor su valor y su impacto en el negocio. Esto es importante tanto en los entornos tradicionales como en la nube.

En el contexto de la nube, la clasificación de activos es aún más importante. Esto se debe a que los entornos en la nube son más complejos y dinámicos que los tradicionales. Los activos en la nube pueden estar distribuidos en varias regiones y plataformas e incluso pueden estar en distintos proveedores de nube (Multicloud), lo que dificulta su seguimiento y protección.

Cuando pensamos en Migración a la nube, no tenemos que pasar por alto las vulnerabilidades, ya que es un error pensar que por tener nuestros sistemas y aplicaciones en la nube estos están exentos de vulnerabilidades, de hecho, la migración a la nube puede presentar una serie de vulnerabilidades. Esto se debe a que los entornos en la nube suelen ser más complejos que los tradicionales, y pueden ser más difíciles de proteger.

Algunas de las vulnerabilidades más comunes que pueden surgir durante la migración a la nube incluyen:

  • Inatención a los activos: Durante la migración, puede ser fácil olvidarse de algunos activos. Esto puede dejar estos activos expuestos a ataques.
  • Configuración incorrecta: La configuración incorrecta de los recursos en la nube puede crear vulnerabilidades. Por ejemplo, una contraseña débil puede permitir que un atacante acceda a un recurso y emplearlos como bisagra para llegar a otros activos más críticos
  • Falta de supervisión: Los entornos en la nube pueden ser difíciles de supervisar. Esto puede dificultar la detección de vulnerabilidades.

En ese sentido, la clasificación de activos efectiva es muy útil para mitigar el riesgo de vulnerabilidades en la nube, teniendo en cuenta los siguientes factores:

  • Valor: El valor de un activo debe determinarse en función de su impacto en el negocio.
  • Impacto: El impacto de un activo debe determinarse en función del daño que podría causar un ataque.
  • Riesgo: El riesgo de un activo debe determinarse en función de su valor y su impacto.

Una vez que se hayan clasificado los activos, se puede desarrollar un plan de acción para mitigar el riesgo. Este plan de acción debe incluir medidas para proteger los activos, como la implementación de controles de seguridad y la formación de los empleados.

En definitiva, la clasificación de activos es una parte esencial de la seguridad informática, aunque los activos están en la nube. Al realizar una clasificación efectiva, las organizaciones pueden comprender mejor sus activos y su riesgo, y desarrollar planes de acción para mitigar ese riesgo.

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