Muchas veces se posiciona a la IA – hoy “personificada” en los agentes – como un asistente, una herramienta a la que se le pueden pedir tareas operativas para agilizar procesos. Pero la IA puede ocupar todo tipo de roles, incluso acompañarnos como un coach personal para potenciar nuestra carrera.
¿Qué sucedería si en una organización de miles de colaboradores cada uno pudiera tener su propio representante de Recursos Humanos? Algo que en la práctica parece imposible, con la tecnología se vuelve viable.
Hoy por hoy la IA puede analizar el historial profesional, las habilidades y los intereses de las personas, ofreciéndoles recomendaciones personalizadas para el desarrollo de su perfil profesional. Desde guiarnos en la elección de cursos y certificaciones relevantes hasta proporcionarnos consejos sobre cómo mejorar habilidades específicas y navegar el mercado laboral, la IA está transformándose en un aliado invaluable para mejorar todavía más la experiencia de los colaboradores en el marco de una organización.
Según un informe de McKinsey las aplicaciones de IA generativa permiten a las empresas, por ejemplo, conectar a los nuevos colaboradores con mentores o entrenadores para mejorar la experiencia de inmersión, actualizar las competencias y agilizar las tareas administrativas. También pueden inspirar a los altos rangos a liderar de manera diferente ya que son quienes se enfrentan a la doble responsabilidad de implementar rápidamente las tecnologías disponibles hoy y a la vez anticiparse a las versiones futuras y sus implicaciones.
Un informe de PwC revela, de hecho, que la productividad laboral ya se incrementó 4,8 veces gracias a la incorporación de IA en los procesos. Por eso, Oracle HCM Cloud utiliza IA generativa para funciones críticas que alinean mejor las expectativas de los colaboradores con los objetivos estratégicos de la empresa.
Porque aprovechar la IA a favor tanto de la organización como de las personas es clave. Por un lado, contribuyendo a gestionar mejor las habilidades disponibles para responder al desafío del re-skilling o up-skilling, una necesidad imperiosa de actualización que las nuevas tecnologías instalaron en el escenario laboral actual. Pero también promoviendo la equidad (eliminando posibles sesgos) y personalizando la experiencia del colaborador, fortaleciendo así la cultura organizacional y su sentido de pertenencia.
Una mirada hacia el futuro
Queda aún mucho camino por recorrer y está por verse el verdadero potencial de los Agentes de IA en la gestión del talento humano. Un estudio reciente del World Economic Forum apunta que “el rápido avance de las capacidades de los agentes de IA será seguido por una ola de innovación en estos agentes, que podrían tener la capacidad de transformar la economía global y los roles del trabajo humano de maneras nuevas y significativas.” Vale la pena preguntarnos: ¿será que los organigramas laborales del futuro incluirán Agentes de IA? ¿de qué otras maneras creativas deberíamos integrar a los agentes como compañeros de trabajo, como aliados?
Equipo Prensa
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