Por Beniamino Sciaraffia, director de Tecnología de Altafid

En un mundo donde la inteligencia artificial, blockchain y las herramientas de análisis en tiempo real están revolucionando diversas industrias, sorprende la lentitud con la que la asesoría financiera ha incorporado estas innovaciones. Mientras que en Estados Unidos la SEC recomienda herramientas tecnológicas que facilitan la regulación y optimizan la gestión de inversiones, en otras regiones algunos reguladores se muestran reacios a promover soluciones específicas, a pesar de que su adopción podría mejorar la transparencia y eficiencia del sector.

Sin embargo, la realidad es que muchas firmas y asesores independientes siguen gestionando sus operaciones de manera manual, sin herramientas básicas como un CRM (Customer Relationship Management) o sistemas de traza de órdenes. Esto no solo aumenta los costos operativos, sino que también limita la capacidad de ofrecer un servicio más personalizado y eficiente a los clientes. Como ya lo dije a modo de ejemplo, el uso de un CRM es fundamental en cualquier industria que busque mejorar la relación con sus clientes, y la asesoría financiera no debería ser la excepción. Permite organizar y centralizar la información del cliente, hacer seguimiento a sus necesidades, automatizar interacciones y mejorar la calidad del servicio. Sin embargo, la mayoría de los asesores financieros aún dependen de hojas de cálculo o procesos manuales, lo que dificulta la personalización de las recomendaciones y la eficiencia operativa.

Según el estudio de PwC «Global Financial Services Technology 2024» -referente a la digitalización de las operaciones- el 62% de las empresas ha invertido en soluciones en la nube. Sin embargo, áreas como los sistemas ERP (Enterprise Resource Planning, software que ayuda a las empresas a gestionar actividades como la contabilidad, la gestión de proyectos, la cadena de suministro, etc) llegan a 27% y los ecosistemas de datos (33%) han recibido menos atención, lo que sugiere oportunidades de mejora en la integración tecnológica.

La tecnología no es un complemento, es un eje fundamental para mejorar la asesoría financiera. Desde el análisis en tiempo real de opciones de inversión hasta la automatización de procesos administrativos, las herramientas digitales permiten una mejor comprensión de las necesidades del cliente y una optimización de recursos. A pesar de ello, la industria parece resistirse al cambio, operando con sistemas obsoletos que ralentizan su competitividad.

Es necesario un cambio de mentalidad. La regulación no debería ser un obstáculo, sino un incentivo para la transformación digital del sector. La tecnología ya está disponible; ahora, la pregunta es: ¿Cuándo la asesoría financiera dará el paso definitivo hacia la modernización?

 

Google News Portal Innova
Síguenos en Google Noticias

Equipo Prensa
Portal Innova

VIAS IMPORTACIONES 2024