Por Paulina Assmann, CEO de Sequre Quantum y experta de la Comisión asesora sobre Tecnologías Cuánticas en Chile.
En los últimos días, las declaraciones del CEO de Nvidia, Jensen Huang, han generado un interesante debate sobre los tiempos estimados para alcanzar el pleno potencial de los computadores cuánticos. Huang predice que lograr dispositivos “verdaderamente útiles” podría tomar entre 15 y 30 años, con un consenso en torno a las dos décadas.
Si bien este punto de vista refleja una visión respecto al desarrollo de la computación cuántica como herramienta para resolver problemas complejos de optimización o simulación, limita la comprensión de lo que las tecnologías cuánticas ya están logrando hoy.
La realidad es que no todo en el mundo cuántico gira en torno a los computadores cuánticos generalistas. Existen aplicaciones tangibles y altamente funcionales que ya están transformando industrias clave. Entre ellas, destacan las soluciones cuánticas para la seguridad digital, un campo donde Sequre Quantum y otras empresas están marcando una diferencia significativa.
Hoy contamos con generadores cuánticos de números aleatorios que ofrecen niveles sin precedentes de entropía y autenticación automática, detectando intentos de ciberataques en tiempo real y garantizando una protección robusta para datos críticos. Estas tecnologías no son prototipos ni visiones futuras: son herramientas implementadas y certificadas internacionalmente que fortalecen la seguridad de sistemas financieros, redes de comunicación y plataformas gubernamentales.
La seguridad cuántica responde a necesidades urgentes del presente. Vivimos en un contexto de ciberamenazas cada vez más sofisticadas, y la protección de información sensible requiere soluciones avanzadas, por lo que las soluciones cuánticas no solo representan una evolución natural, sino una necesidad inmediata para resguardar nuestros datos.
Reducir el debate sobre el valor de las tecnologías cuánticas a la espera del «santo grial» de los computadores cuánticos generalistas es limitar su impacto real en el presente. Las aplicaciones actuales demuestran que la revolución cuántica ya está en marcha, cambiando la forma en que protegemos nuestra información y fortalecemos la seguridad digital.
El desafío no es solo alcanzar dicho horizonte, sino también educar y concientizar a la sociedad sobre las oportunidades concretas que estas tecnologías ofrecen hoy. Las empresas, gobiernos y ciudadanos deben saber que la protección de sus datos puede ser más segura gracias a estas innovaciones, sin necesidad de esperar décadas.
La promesa cuántica ya está siendo cumplida, solo debemos aprender a mirar más allá de las expectativas tradicionales para reconocer las oportunidades que ya nos ofrece.
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