El Registro Civil – luego de un largo proceso de licitación que no estuvo exento de polémicas- informó que los servicios de cédula de identidad y pasaporte fueron adjudicados a la empresa china Aisino durante los próximos 10 años, considerando un presupuesto de US$ 205.000.000, monto que va muy por debajo de los casi US$ 700.000.000 que se han desembolsado en la última década para el mismo concepto.
Se trata de un anuncio atractivo para los ciudadanos, pues la obtención de la documentación disminuirá su precio. Así, el carnet será un 20% más barato, mientras que el valor de los pasaportes se reducirá a la mitad. No obstante, las reglas del juego en el gigante asiático son bastante diferentes a las chilenas, ya que la ley de seguridad nacional en China establece que cualquier organización o persona debe otorgar informaciones al Estado sin ningún tipo de exigencia judicial o protecciones.
De esta manera, Chile se encuentra ante un inminente riesgo de seguridad de datos personales -aunque algunos argumentan que los agentes estatales chinos no intervienen en las informaciones de empresas que operan con regulaciones provenientes del extranjero-. Ante la duda, más vale prevenir. Y es que cada vez más vemos cómo los diferentes países alrededor del mundo empiezan a prestarle más atención a la privacidad de datos y ciberseguridad, prohibiendo proveedores que representan altos riesgos.
Un ejemplo de esto fue lo sucedido en Dublín, cuando la ciudad decidió dejar de utilizar unas cámaras de seguridad que hacían reconocimiento facial de un fabricante que ya era cuestionado por sus vulnerabilidades cibernéticas. Al no realizarse previamente una evaluación del impacto de la protección de datos según la regulación GDR, se decidió remover dichas cámaras debido al malestar general de las personas en torno a la empresa en cuestión y la potencial vulnerabilidad de datos que implicaba la utilización de sus aparatos tecnológicos.
Por lo mismo, hablar de protección de datos y de ciberseguridad en la cadena de suministro hoy es una obligación. Tener soluciones resistentes y flexibles en un mundo cambiante como el de hoy se hace cada vez más importante. Es indispensable contar con soluciones que sean construidas con privacidad y ciberseguridad desde el diseño, y buscar proveedores con la misma ideología. Por sobre la necesidad de reducir costos, está el derecho que tenemos los ciudadanos de sentir que nuestros datos se encuentran en una zona segura.
Equipo Prensa
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