Actualmente más del 50% del total de aceites lubricantes que se producen en el mundo corresponden al sector automotor. En Chile, con cerca de cinco millones y medio de vehículos circulando, la demanda anual de aceites lubricantes alcanza a más de 170 millones de litros al año, de los cuales el 30% se usa en vehículos particulares, un 20% en el transporte (buses y camiones) y el resto va a otras industrias, como la minería. ¿Qué ocurre con los residuos generados por los constantes cambios de aceite lubricante de este inmenso parque automotor?
Como industria hemos trabajado en algunas iniciativas para fomentar el manejo responsable de lubricantes. En 2017, impulsamos el Acuerdo de Producción Limpia (APL), junto a empresas del sector, liderado por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático. A través de este acuerdo se puso en marcha un innovador sistema de gestión y manejo ambiental de aceites lubricantes usados, que fijó como meta la recolección de 5.600 toneladas de aceites lubricantes usados. Actualmente, ese mismo grupo de empresas está trabajando para dar continuidad a este proceso y establecer las bases del primer sistema de gestión asociado a lubricantes, para así estar preparados cuando el decreto supremo asociado a lubricantes sea promulgado.
El objetivo de este trabajo colaborativo es levantar y mejorar la información del sector sobre generación y gestión de este residuo, aumentar la recolección y mejorar la trazabilidad de aceites lubricantes usados, y con ello, poder evaluar la capacidad de tratamiento y reciclaje de los distintos tipos de aceite para promover nuevas alternativas sobre la base de un criterio más sustentable.
A cinco años de la implementación de la Ley REP, la participación de las empresas que se han unido al acuerdo de Producción Limpia alcanza alrededor del 50% del mercado de aceites lubricantes usados.
En este sentido, la Ley REP es muy positiva, ya que viene a reordenar el negocio del manejo del aceite lubricante usado y permite profesionalizar los procesos. La norma establece que cada productor o proveedor que introduce nuevos aceites lubricantes al mercado debe estar inscrito en un sistema de gestión (colectivo o individual) que exige ciertos estándares mínimos y permite cumplir las metas de recolección que preliminarmente van desde 50% hasta 90% al décimo año. Esto implica un salto cualitativo en el manejo de los residuos y especialmente en el caso de los aceites lubricantes usados, que son el único residuo industrial líquido considerado en la Ley REP.
En el caso de Enex, licenciataria de Shell, y en línea con los lineamientos de la Ley Rep estamos colaborando con Recvoil en el desarrollo de una planta de revalorización de aceites lubricantes usados. Ésta será una planta especializada en el manejo de ALUs, que aplicará procesos industriales de refinación y regeneración de los aceites usados, mediante tecnología de destilación de alto vacío molecular y tendrá una capacidad de procesamiento de 1.500 L/hr deshidratación y separación de Nafta 8 y Gasoil.
La planta que se emplazará en la comuna de San Antonio, región de Valparaíso, tendrá una capacidad de revalorización cercana al 10% del mercado de ALUs y generará productos de alta calidad, evitando la emisión de 19.449 toneladas de CO2 al año.
En los próximos 18 meses estará disponible la producción de bases recicladas, las que serán testeadas y certificadas en los laboratorios de Enex, lo que permitirá contribuir de forma importante con las empresas responsables de hacerse cargo de este residuo prioritario según la Ley REP.
Apoyar el desarrollo de esta innovadora planta es un paso relevante para avanzar hacia una economía circular, ya que por primera vez el mercado contará con bases lubricantes de producción nacional en forma industrializada y escalable.
Sin duda este es un panorama alentador. No obstante, la tarea no ha finalizado, ya que aún está pendiente aumentar la tasa de recuperación en mercados atomizados y menos formales, que hacen difícil la recolección.
Para cumplir las metas de recolección es fundamental, también, trabajar con los gestores y los generadores (clientes) y desarrollar nuevas tecnologías. La planta de refinación de aceite, será un pilar fundamental para cumplir con esos objetivos. Además, buscamos hacer más con los residuos, pues hoy solo se recupera un porcentaje cercano al 50% y debemos avanzar para llegar a metas del 90%. Para lograr las metas que nos hemos propuesto, todas las empresas debemos hacer un esfuerzo mayor.
Equipo Prensa
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