En el mercado minoristas y del retail de todo el mundo, la variante Ómicron está escribiendo un nuevo capítulo en el manual de «gestión de la adversidad». En medio de tantos desafíos operativos es difícil mantenerse centrado en la estrategia, tal como ocurrió al principio de la pandemia. No obstante, los equipos ejecutivos deben volver a mirar más allá de la tarea inmediata de mantener a la sociedad equipada y alimentada.
En ese contexto, Bain & Company, consultora internacional, describe cuales son los seis imperativos que parecieron como prioridades estratégicas de los minoristas para 2022.
Comprender los cambios duraderos en el comportamiento de los consumidores: Desde que comenzó la pandemia, los consumidores han cambiado sus hábitos y han tomado decisiones en base al encierro y las restricciones establecidas para controlar la crisis sanitaria. Es por eso que, para 2022, los minoristas tendrán que anatomizar los nuevos patrones de comportamiento de sus compradores con una segmentación precisa y modificar su marketing para poder seguir adelante con el negocio.
Adaptarse plenamente a las nuevas realidades: Todos hemos aprendido a hacer más con menos durante la pandemia: conseguir un aumento del 20% en las ventas sin añadir personal, por ejemplo, o manejar el mismo volumen de ventas con un 20% menos de empleados. Dado que es probable que muchas empresas y consumidores se enfrenten a presiones de costes crecientes en 2022, es necesario aprovechar al máximo las eficiencias de las nuevas formas de trabajar.
Innovar en tres frentes: En 2022, la innovación será crucial, pero destacan tres. La primera es la exploración de modelos de negocio adyacentes. Por ejemplo, para un minorista de ropa, eso podría significar entrar en el mercado de la ropa de segunda mano. Para una tienda de comestibles, podrían ser las cocinas oscuras y el reparto de comida caliente. La segunda forma es la innovación tecnológica que mejora la eficiencia. La tercera se refiere a las innovaciones que prometen los avances más audaces en la experiencia de compra digital, dado que ese potencial puede venir envuelto en un bombo desorientador, como ocurre con algunos tokens no fungibles (NFT).
Retener y contratar talento a pesar de las turbulencias: Es difícil exagerar el flujo del mercado minorista a principios de 2022, incluso en los grupos más selectos del mundo, los puestos vacantes pueden alcanzar el 20% de la plantilla. Como consecuencia de esto, los equipos ejecutivos intentan predecir y cultivar las habilidades necesarias para seguir el ritmo de la evolución del comercio electrónico, dado que todo ello supone una gran oportunidad para los minoristas con una sólida estrategia centrada en las personas.
Fomentar la sostenibilidad de «comprar mejor»: Es posible que los consumidores tengan que comprar menos en algunos casos, pero centrarse en comprar mejor puede dar a los minoristas un impulso comercial continuo. En esa misma línea surge otro reto: mejorar la sostenibilidad sin crear incrementos de costes insostenibles.
Es de esperar que se produzcan más maniobras corporativas impulsadas por la escala: La pandemia no ha hecho más que aumentar la importancia estratégica de la escala y esto seguirá impulsando las inversiones activistas y otras actividades de fusiones y adquisiciones. Las alianzas de «escala virtual» entre minoristas que no compiten entre sí podrían ser una forma potente de agrupar recursos para la inversión en tecnología.
Desde Bain & Company, prevén que implementar estos imperativos dentro de los mercados minoritarios y retail traerá consecuencias positivas en su crecimiento, sobre todo en un escenario donde las cosas están cambiando y las demandas de los consumidores varían según las condiciones del mercado y las restricciones por la crisis sanitaria. Además, impulsarlos permitirá nuevas oportunidades para los equipos ejecutivos y fortalecerá el objetivo de negocio.
Equipo Prensa
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