- En un análisis reciente, la consultora revela que el rápido ascenso de las startups a unicornios no garantiza su transición hacia empresas consolidadas. Según el estudio, aunque las compañías insurgentes alcanzan un mayor nivel rápidamente que en décadas anteriores, muchas de ellas no logran mantener su crecimiento a largo plazo.
En 1970 y 1980, organizaciones como Apple, Microsoft y Costco tardaban más de 20 años en alcanzar lo que Bain define como «insurgencia de escala», es decir, el crecimiento hacia empresas gigantes sin perder la mentalidad emprendedora o del fundador. A partir de 1990, con la penetración de internet y la disponibilidad de capital, compañías como Amazon y Alphabet lograron escalar en un periodo más breve, alrededor de 10 a 15 años. Sin embargo, un nuevo estudio de Bain revela un estancamiento en el crecimiento de las empresas estadounidenses en las últimas 2 décadas.
Salvo excepciones como Uber y Meta (matriz de Facebook), son pocas las compañías que han superado los 10.000 millones de dólares en ingresos. En contraste, las empresas chinas han mantenido un crecimiento sólido. En el caso de Estados Unidos, pese a contar con miles de unicornios (empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares), menos del 25% de ellas están en camino a convertirse en empresas de gran escala.
“Nuestro análisis sugiere que este fenómeno puede deberse a un entorno de recaudación de capital demasiado favorable, que ha debilitado el desarrollo de habilidades empresariales críticas para la expansión a gran escala”, asegura Marcial Rapela, socio y responsable de la oficina de Bain & Company en Santiago. Agrega que “las compañías emergentes necesitan algo más que capital: deben fortalecer la mentalidad del fundador y las capacidades empresariales para mantener un crecimiento sostenido”.
La investigación asegura que actualmente existen miles de organizaciones emergentes que valen mil millones de dólares, pero solo unas pocas son rentables a gran escala. “Los resultados de este estudio invitan a reflexionar sobre los desafíos que enfrentan las nuevas generaciones de compañías tecnológicas y el papel que juegan tanto el capital como las habilidades empresariales en su éxito a largo plazo”, agrega Rapela.
Equipo Prensa
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