La escena emprendedora en Chile está viviendo una revolución silenciosa pero poderosa, con las mujeres tomando las riendas y moldeando un nuevo futuro para el mundo de los negocios. Este movimiento no solo está reconfigurando el tejido empresarial de nuestro pais, sino que también está allanando el camino hacia una sociedad más justa y equitativa, desafiando el statu quo y abogando por la igualdad de género. El Informe mensual de constitución de empresas y sociedades, publicado en marzo de 2024 por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, revela que el 37,3% de las nuevas empresas en febrero de ese año fueron fundadas por mujeres, evidenciando el creciente rol femenino en el emprendimiento.
Con valentía y determinación, estas emprendedoras enfrentan retos económicos y cargas sociales, como la brecha salarial de género y las responsabilidades del hogar. Algunas buscan en el emprendimiento una vía para complementar sus ingresos o ganar independencia, mientras que otras, armadas con conocimientos y recursos, emprenden movidas por la pasión de llevar a cabo sus propias visiones.
No obstante, el camino aún es largo y difícil. Datos del Quinto Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile 2023 ilustran que las empresas fundadas por mujeres siguen siendo una minoría. Esto subraya la necesidad urgente de políticas y programas que incentiven y respalden a las mujeres en sus iniciativas empresariales.
La formalización de las empresas es esencial para el triunfo y continuidad de estos proyectos liderados por mujeres. Más allá de ofrecer un marco legal y tributario firme, facilita la protección de la innovación, el acceso a financiación y el apoyo estatal. Sin embargo, las mujeres se topan con barreras legales y burocráticas, como leyes obsoletas que exigen consentimientos del esposo para emprender, que limitan su libertad al momento de constituir legalmente a sus empresas. Modernizar estas legislaciones es crucial para fomentar un entorno de negocios inclusivo.
Además, el emprendimiento femenino enfrenta prejuicios culturales y barreras sociales. Romper con los clichés de género y fomentar un entorno que realmente aprecie la diversidad es esencial para progresar hacia una sociedad equitativa. El apoyo de entidades dedicadas a promover el espíritu emprendedor es clave en este esfuerzo, proporcionando no solo las herramientas necesarias sino también ayudando a remodelar la imagen de la mujer en el ámbito de las empresas.
Las mujeres emprendedoras no solo están impulsando la economía chilena, sino que también están marcando el rumbo hacia un cambio social profundo y duradero. Empoderarlas para liderar en el mundo de los negocios es un paso fundamental hacia una sociedad caracterizada por la justicia, la igualdad y la inclusión. Mediante la creación de sus empresas, no solo están cumpliendo sus sueños, sino que también están trazando un sendero para las futuras generaciones, demostrando que la prosperidad empresarial y la justicia social no solo son compatibles, sino que son complementarias.
Equipo Prensa
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