26 de abril, Día Mundial de la Propiedad Intelectual
- Líderes de las Oficinas de Transferencia y Licenciamiento de 3 universidades pertenecientes al Hub de Transferencia Tecnológica APTA se refieren al rol femenino en el sistema de la propiedad intelectual y entregan sus impresiones sobre lo que deberíamos hacer para fomentar una mayor participación de las mujeres en este ámbito.
“Artífices del cambio: las mujeres en la innovación y la creatividad” es el tema que propone este año la OMPI para conmemorar el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, destacando cifras que reflejan la brecha de género referente a la generación de innovaciones.
Al respecto, números del año 2015 indican que del total de solicitudes de patentes internacionales, menos de un tercio (29,1%) fueron presentadas por mujeres; situación que preocupa y hace pensar en las causas, consecuencias y opciones posibles para reducir esta disparidad.
“Creo que las cifras que ha elaborado la OMPI reflejan el resultado de la baja participación de mujeres en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, lo que se conoce como STEM por sus siglas en inglés. Si la participación de las mujeres en educación STEM es baja (35% a nivel global de acuerdo a un estudio de 2017 de UNESCO Bangkok), no me sorprende que su participación como inventoras en solicitudes de patente lo sea también, sobre todo si consideramos que dichos campos STEM son los que producen la mayor cantidad de innovaciones técnicas susceptibles de ser patentadas”, indica Sandra Araya, directora ejecutiva de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la Universidad de Concepción.
Sin embargo, a pesar de la disparidad, los números reflejan que la brecha se ha ido acortando. A juicio de Alejandra Portillo, coordinadora de la OTL de la Universidad de Antofagasta, “importante es observar que esta misma participación ha ido en aumento desde el año 1995 a la fecha, lo que nos permite proyectar que esta tendencia se debería mantener. Esto debido a que la mujer se ha ido empoderando cada vez más en distintos campos”.
Para comenzar a abordar esta problemática, Lorena Martínez, jefa de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la U. Católica de la Santísima Concepción agrega que “nos falta derribar nuestros propios paradigmas en la visión tradicional de la investigación, ciencia e innovación ligada al mundo masculino, fomentar la creación de equipos de trabajo que promuevan la presencia femenina, cambios en nuestro sistema educacional desde la formación más temprana de nuestros niños y niñas, entre otras iniciativas”.
Al igual que Martínez, Portillo adhiere con la idea. “Debemos ir generando o mejorando las estrategias que permitan fomentar aún más que la mujer participe en la innovación que la lleve a la generación de patentes, es aquí que las universidades jugamos un rol fundamental como generadoras de conocimiento”.
Por su parte, Sandra Araya de la UdeC complementa estos puntos, agregando que el cambio también debe ser cultural. “El ejemplo que se me viene a la mente es el tipo de juguetes que regalamos a nuestros niños: legos, mecanos, herramientas, para los niños, versus muñecas, electrodomésticos, vestidos y coronas de princesa o lápices y materiales relacionados con el arte para las niñas”.
El rol del hub APTA
¿Podemos aportar al cambio desde nuestro trabajo? A juicio de las tres integrantes de APTA, el aporte podría venir desde la promoción de resultados de I+D exitosos desarrollados por mujeres, fomentando la protección y transferencia de tecnologías impulsadas por ellas. “Llevar ese mensaje a la comunidad podría motivar a las jóvenes estudiantes a optar por el camino de la Ciencia y Tecnología”, concuerdan.
Equipo Prensa
Portal Innova