Los neobancos y las cuentas no bancarias, como Tenpo, Mercado Pago y Copec Pay, están marcando un hito en la forma en que los chilenos gestionan sus finanzas, ofreciendo una alternativa digital y accesible a la banca tradicional. Esta tendencia responde a la necesidad de un manejo financiero más flexible y menos restrictivo, con opciones que no exigen cuentas bancarias convencionales. Según un reciente informe de Neolista publicado en noviembre de 2024, Chile cuenta con al menos 11 bancos móviles y cuentas de inversión, lo que refleja un crecimiento sostenido en la adopción de estos servicios. Esta expansión de los neobancos resalta una tendencia global que ha ganado fuerza en los últimos años, impulsada por la transformación digital del sector financiero.
Las cuentas no bancarias han captado la atención de un público amplio debido a sus ventajas. Entre ellas, destaca la exención de ciertas fiscalizaciones impuestas por el Servicio de Impuestos Internos (SII). Un vacío en la ley tributaria actual permite que las transacciones realizadas a través de estos servicios no estén sujetas a fiscalización al superar las 50 transferencias electrónicas, lo que se traduce en una mayor libertad y tranquilidad para los usuarios. Este tipo de beneficio es especialmente relevante en un país donde la digitalización de los pagos ha cobrado protagonismo, con un aumento en la cantidad de personas que prefieren los medios electrónicos para sus transacciones cotidianas.
Sandra Agudo, experta en medios de pagos de Kuvasz, comenta: “Los neobancos y las cuentas no bancarias han democratizado el acceso a los servicios financieros, permitiendo que más personas manejen su dinero de forma eficiente y segura, sin los requisitos tradicionales de la banca”. Esta afirmación refleja la importancia de la inclusión financiera, un concepto que ha tomado mayor relevancia en América Latina, donde todavía persisten sectores de la población sin acceso pleno a servicios bancarios. Las plataformas digitales, como las tarjetas prepago, han logrado captar a estos segmentos, ofreciendo una solución práctica y accesible.
La facilidad con la que se pueden solicitar estas cuentas es otro factor que ha contribuido a su popularidad. La mayoría de los neobancos y cuentas no bancarias permiten la apertura de cuentas a través de aplicaciones móviles, un proceso que elimina las tradicionales barreras de entrada y simplifica la experiencia del usuario. Este tipo de acceso ha facilitado que más personas, especialmente los más jóvenes y aquellos que buscan soluciones digitales rápidas, se sumen a esta nueva ola financiera. “La verdadera innovación de los neobancos no radica solo en la tecnología, sino en cómo han cambiado el panorama financiero, haciéndolo más inclusivo y menos intimidante para el usuario promedio”, añade Agudo, subrayando la importancia de un enfoque centrado en el usuario.
El impacto de esta revolución digital se traduce también en ventajas concretas para los usuarios, como descuentos exclusivos, promociones periódicas y la ausencia de costos de mantenimiento, lo cual representa un atractivo adicional frente a las cuentas tradicionales. Además, la creciente adopción de estos servicios ha estimulado la competencia en el sector, obligando a las instituciones bancarias tradicionales a adaptarse y a repensar sus estrategias para no quedarse atrás.
Sin embargo, este crecimiento también plantea desafíos importantes. La regulación de estos nuevos modelos financieros debe avanzar al mismo ritmo que la innovación tecnológica. Garantizar la seguridad de las transacciones y la transparencia de los servicios es fundamental para proteger a los consumidores y fortalecer la confianza en el sistema. Agudo puntualiza: “Cuando hablamos de inclusión financiera, no podemos dejar a nadie fuera. Las regulaciones deben ser contundentes para que los avances tecnológicos vayan de la mano con la accesibilidad”.
En definitiva, los neobancos y las cuentas no bancarias representan un cambio significativo en el sistema financiero chileno. Aprovechar sus beneficios implica conocer su funcionamiento y las opciones disponibles, así como maximizar las ventajas que ofrecen en términos de comodidad y ahorro. La revolución de los medios de pago digitales no es solo una tendencia, sino una muestra de cómo la tecnología está redefiniendo el futuro de las finanzas y cómo quienes sepan adaptarse estarán a la vanguardia de esta transformación.
Equipo Prensa
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