- Una medición de Corporación Ciudades realizada en Iquique, Alto Hospicio, Coyhaique, Punta Arenas y Santiago arrojó que en las urbes del norte un 42,4% prefiere edificaciones de mediana altura. En las capitales regionales más australes del país el 63% se inclina por casas de dos pisos, misma preferencia que en Santiago, pero donde más de la mitad de los encuestados se muestra favorable a edificios de entre seis a 20 pisos.
Santiago, 21 de agosto de 2023.- Altura de las edificaciones versus el uso del suelo disponible son dos factores que van de la mano al momento de planificar una ciudad, más todavía cuando el país enfrenta un déficit habitacional de 650.000 viviendas. Construcciones de menor altura significará destinar una mayor cantidad de terreno a esos inmuebles, menos espacios comunes y mayor presión por la extensión de las ciudades, mientras que edificios de más pisos permiten densificar una urbe utilizando menos espacio.
Este balance es una de las preocupaciones centrales de los planes reguladores, pero ya un estudio de 2022 realizado por Corporación Ciudades en las comunas donde se proyecta 50% de las viviendas sociales proyectadas por el Plan de Emergencia Habitacional arrojó que al menos un 79% de dichas herramientas de planificación territorial presentaba una desactualización promedio de 21 años.
Para recoger la opinión de los propios habitantes, la entidad consultó a quienes residen en Iquique, Alto Hospicio, Coyhaique y Punta Arenas, donde se han desarrollado mesas urbanas para construir transversalmente visiones de largo plazo de esas ciudades, así como a quienes viven en Santiago a través de la encuesta Confianza en la Ciudad.
En Iquique, un 43% de quienes participaron en la consulta opinaron que para las manzanas de su ciudad era más recomendable tener construcciones de mediana altura, con uso mediano del suelo. A eso se sumó que un 35,5% optó por edificaciones de más altura con menor uso del terreno y un 21,5% prefirió construcciones bajas, abarcando más suelo.
En el caso de Alto Hospicio, en cambio, si bien el 42% coincidió en que lo mejor para el desarrollo de las manzanas es construir con mediana altura con un uso medio del suelo, un 37,4% optó por edificaciones a baja altura extendiendo el uso del terreno, y solo un 20,7% se inclinó por edificios de más altura.
Una visión completamente distinta surgió desde las capitales de Aysén y Magallanes. En el caso de Coyhaique, un 69% de los residentes opinó que lo mejor para sus barrios eran inmuebles de dos pisos, y solo un 9,4% se mostró favorable, por ejemplo, a que hubiera manzanas con edificios de 10 pisos. En Punta Arenas, por su parte, un 58,3% también prefirió casas de dos pisos y un 6% acepta que se construyan edificios de 10 pisos.
“Uso de suelo y altura son claves en la planificación urbana, que debe considerar el delicado equilibrio entre promover una adecuada densificación de las ciudades para evitar que se extiendan demasiado o que no todos sus barrios tengan la misma cobertura de bienes y servicios, con la idiosincrasia y anhelos propios de cada territorio. Por eso es tan importante saber la opinión de sus habitantes, concientizar los impactos de los modelos de desarrollo y sus respectivos costos, llegar a acuerdos y promover la actualización de los planes reguladores de las comunas”, explica Martín Andrade, director ejecutivo de Corporación Ciudades.
La visión en estas ciudades de tamaño intermedio tiene similitudes y diferencias con la opinión de los capitalinos. La encuesta Confianza en la Ciudad, desarrollada en el Gran Santiago, arrojó que aquí las personas también se inclinan principalmente por casas de dos pisos, con un 43,4% de las preferencias. Sin embargo, un 24% se abre a edificios de seis pisos, un 21% prefiere construcciones de 10 pisos, y un 8% acepta edificaciones de hasta 20 pisos.
“De acuerdo a los lineamientos del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, la planificación del territorio debe fomentar el uso sustentable del suelo en las ciudades y sus áreas de expansión, favoreciendo los procesos de reutilización y densificación controlada al interior de las áreas urbanas, no obstante, vemos la inclinación de los habitantes por una tipología de vivienda y barrio que demandan un mayor uso de suelo y expansión de la mancha urbana, por cuanto es importante avanzar en esa línea, buscando hacer los mayores esfuerzos en buscar terrenos para desarrollar proyectos de vivienda dentro de zonas urbanas con buenos servicios más todavía en un escenario de crisis habitacional”, complementa el director ejecutivo de Corporación Ciudades, Martín Andrade.
Equipo Prensa
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