Saber dónde, cómo y cuánto comprar es fundamental para garantizar un consumo responsable estas fiestas. Pero también resulta vital generar hábitos sostenibles respecto de la gestión de aquellos alimentos, como, por ejemplo, reutilizar las sobras de una comida o congelar los excesos. 

El “Dieciocho” es una de las festividades más queridas y esperadas por los habitantes del país, y este año las Fiestas Patrias prometen ser memorables: al ser particularmente largas (cuentan con tres días feriados, aunque para muchas familias comenzarán este viernes 13 y terminarán el domingo 23), permitiendo que muchas personas puedan viajar dentro o fuera del país o quedarse en sus lugares de residencia y festejar en casa nuestra primer junta de gobierno y la llegada de la primavera.

Y es que estas fiestas son conocidas por invitar a comer y cocinar en abundancia: asados, empanadas, choripanes, anticuchos o motes con huesillo son parte de los platos típicos que salen a relucir en estos días, lo que sin duda levanta los espíritus después de un invierno duro, pero también elevan preocupaciones respecto del desperdicio de alimentos que se puede ocasionar.

“En Chile, se estima que cada año más de 1,62 millones de toneladas de alimentos terminan en la basura, contribuyendo a la crisis climática y el calentamiento global, producto de la emanación de gases de efecto invernadero de esos desperdicios”, expresa Rodrigo Ramírez, country manager de Cheaf, y añade que, afortunadamente, este es un problema con una solución “simple”: “Sólo necesitamos dejar de botar comida”.

El ejecutivo de Cheaf -aplicación que trabaja junto a diversos supermercados y tiendas de conveniencia del país para eliminar la pérdida de alimentos- explica que en un estudio que elaboraron recientemente desde la compañía (llamado Voces contra el Desperdicio de Alimentos) donde se encuestó a más de mil personas, el 87% de los habitantes del país aseguró que considera que el desperdicio de alimentos es un gran problema, mientras que un 90% indicó que, a nivel personal, le molesta que se produzca esta pérdida.

“Sabemos que las personas no quieren botar comida, tanto por el despilfarro de dinero que esto implica (sobre todo en contextos de inflación y costos más elevados en la canasta familiar), como por las implicancias medioambientales de aquello”, comenta Ramírez.

Sin ir más lejos, hace unos días Kantar división Worldpanel dio a conocer su estudio «Consumer Insight Q2 2024», informe que destaca cómo los hogares han ajustado su comportamiento ante la inflación y la desaceleración económica, revelando una disminución año contra año de 2,9% en el volumen de la canasta de consumo masivo, en junio de 2024, donde el ítem alimentos representa un 48,7% de participación en el gasto. 

Andrea García, directora de Odepa, estima que “es importante disfrutar sin descuidar el presupuesto”, por lo que desde la organización hace un llamado a “preferir productos de la agricultura local y de temporada. Esto no solo asegura alimentos frescos y de calidad, sino que también ayuda a mantener los costos bajo control”, asevera y añade que para planificar las compras con anticipación, desde Odepa recomiendan visitar su sitio web, donde a través del MAT (Mejores Alimentos de Temporada) se encontrará información sobre los productos a los mejores precios.

Principales medidas para evitar el desperdicio de alimentos en estas fiestas: 

  • Planificar. Saber precisamente qué se va a cocinar cada día y para cuántas personas permite que al hacer las compras, se adquiera lo que se precisa. Desde Odepa, oficina que además coordina la Comisión Nacional para la Prevención y Reducción de las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (instancia público-privada que busca prevenir la pérdida de alimentos en toda la cadena), Andrea García recomienda “planificar el menú y comprar lo justo, ni más ni menos. También se sugiere entender las etiquetas de los productos y saber cuándo es la fecha de vencimiento”.
  • Comprar raciones justas y servir también lo justo. Para evitar terminar con platos atiborrados de comida al final de una cena, resulta clave servir porciones pequeñas. “Debemos evitar servir platos colmados de comida; por el contrario, al proveer pequeñas porciones, garantizamos que los comensales puedan probar más preparaciones y se puedan volver a servir aquellas que más les gustaron. Es importante que lo que sobre, no haya sido tocado”, explica al respecto Ramírez.
  • Rescatar alimentos. “Esta es una opción más reciente, pero en el país hay diversas aplicaciones e iniciativas que, como nosotros en Cheaf, permiten rescatar alimentos en excelentes condiciones para el consumo humano pero que por protocolos de las tiendas deben ser retirados de las góndolas. Al salvar esta comida, no sólo se evita que termine en la basura, sino que además se ahorra; de hecho, en nuestro caso, estos productos cuentan con descuentos desde 50%”, aclara el country manager de Cheaf.
  • Utilizar los excedentes en las próximas comidas. Sándwiches con sobras del asado de mediodía o ensaladas con trozos del pollo que no se consumió son muy buenas opciones para poder seguir disfrutando de ricas preparaciones. “Es importante usar las sobras para la cena o el almuerzo del día siguiente, por ejemplo, preparar lo que quedó del asado para un reponedor ajiaco o bien compartir lo que quedó con familiares y amistades”, recomienda Andrea García.
  • Congelar. Finalmente, es posible congelar todos los alimentos que no se hayan ocupado en las preparaciones de estas celebraciones (siempre que no hayan sido previamente descongelados, por cierto) o aquellas sobras de la comida preparada y no consumida. “Es importante que previamente limpiemos nuestros freezer y/o congeladores para que contemos con espacio para guardar después estos alimentos. Es una excelente manera de seguir disfrutando de comidas exquisitas por mucho tiempo más”, aconseja Ramírez.
Google News Portal Innova
Síguenos en Google Noticias

Equipo Prensa
Portal Innova