Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, muchos de los cambios climáticos tienen precedentes en cientos de miles de años. La esperanza es que una baja sustancial de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero limitarían el cambio climático y, en 20/30 años las temperaturas mundiales podrían estabilizarse. De no avanzar en esta dirección la tierra enfrentaría un calentamiento global sin precedentes.
¿Qué rol juegan nuestras riquezas mineras y energéticas en este desafío planetario? Algunos antecedentes:
- Considerando que casi tres cuartos de los gases de efecto invernadero producidos a nivel mundial provienen del sector energético, el cambio requerido solo se logrará con energías limpias. Con nuestros vientos y los 3.500 kWh/m2 y 3.000 horas de sol al año tenemos ventajas únicas para producir energías limpias y, como consecuencia, el combustible del futuro: el hidrógeno verde.
- En alianza virtuosa, la minería está desarrollando a las energías renovables. Consumiendo un tercio de la energía nacional, este sector es y será clave para las energías renovables. De la mano de la minería, en cinco años, Chile ha cuadriplicado su capacidad para generar energía solar, y septuplicado la capacidad para generar energía eólica. Para el 2050 un 96% de nuestra matriz energética sería de energías renovables. La inversión en estas tecnologías ha permitido que la industria minera reciba energía limpia y a costos cada vez más competitivos. Estos incentivos generan un circulo virtuoso entre minería, energía y cambio climático.
- El cobre es esencial para el salto hacia la carbono neutralidad. La electrificación mundial, las energías renovables y la electromovilidad, claves para lograr la carbono neutralidad, serán los grandes impulsores de la demanda por minerales como el cobre en los próximos años. Su alta capacidad de conducción térmica y eléctrica lo posicionan como un material muy difícil de sustituir y como piedra angular de toda tecnología basada en electricidad. En las energías limpias el cobre es el mineral con la mayor demanda, en cantidad y en valor. Se proyecta un aumento de un 40% en la demanda al año 2040.
- El litio también es clave para el desarrollo de la electromovilidad y es trascendental para el desarrollo de las energías limpias. Se estima que la demanda de litio se cuadriplicará hacia el año 2030, impulsada por el auge de los vehículos eléctricos. El litio es ampliamente utilizado en el almacenamiento energético y la electromovilidad, ya que es un elemento esencial en las baterías recargables.
Una política de estado que asegure nuestro desarrollo minero y energético, liderada por las nuevas autoridades, es crucial para combatir al mayor desafío planetario.
Equipo Prensa
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