Con el aumento de los ciberataques y la rápida evolución tecnológica, contar con profesionales en ciberseguridad se ha vuelto esencial para proteger los datos y operaciones críticas de las empresas, especialmente en sectores como el retail y las finanzas.
Diciembre 2024.- La ciberseguridad ya no es un lujo para las empresas; es una necesidad urgente. En un mundo donde cada vez más negocios se digitalizan, los riesgos también aumentan. Según Carlos Echevarría, Manager de Qibit, «el 70% de los ciberataques que sufren las empresas provienen de errores internos o mal uso por parte de sus colaboradores». Esto pone de relieve no solo la importancia de proteger los sistemas, sino también de educar a quienes los usan.
En sectores como el retail y las finanzas, la situación es especialmente crítica. «Donde hay transacciones bancarias, hay mayor riesgo. Por eso, en estas industrias, tener un experto en ciberseguridad o incluso un equipo especializado no es opcional, es indispensable», enfatiza Echevarría.
El perfil de estos profesionales combina conocimiento técnico con habilidades humanas. Entre las capacidades técnicas más valoradas están la seguridad de redes, la administración de sistemas operativos, la seguridad en la nube y la criptografía, entre otras. Pero no todo es tecnología. «En este ámbito, habilidades blandas como la comunicación, el trabajo en equipo, la proactividad y la capacidad de aprender constantemente son igual de importantes. Es un trabajo bajo presión, así que también se necesita liderazgo y gestión del estrés», explica Echevarría.
El mayor desafío que enfrentan estos expertos es mantenerse al día con la rapidez con la que evolucionan las amenazas. «La velocidad y las nuevas prácticas de hackeo son desafíos constantes. Un buen profesional tiene que estar siempre un paso adelante», asegura.
Para ello, es crucial el manejo de herramientas clave: desde sistemas de monitoreo y análisis de malware hasta tecnologías de seguridad en la nube y forense digital. Y, sobre todo, invertir en formación continua. «Un experto en ciberseguridad no solo protege lo que ya existe; también prevé lo que puede venir. Es un trabajo que exige curiosidad y preparación permanente», añade.
Más allá de prevenir ataques externos, los expertos en ciberseguridad también cumplen un rol educativo dentro de las empresas. Enseñar a los equipos a usar correctamente las herramientas tecnológicas y prevenir errores humanos puede marcar la diferencia entre un sistema seguro y una brecha catastrófica. «Contar con un profesional en ciberseguridad es proteger el presente y el futuro de una empresa. Su impacto va mucho más allá de la tecnología; es un rol que fortalece la confianza y la estabilidad en el corazón del negocio», concluye Echevarría.
Equipo Prensa
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