José Lagos Docente UEjecutivos Facultad de Economía y Negocios Universidad de Chile
En la era digital, la privacidad de los datos se ha convertido en un tema central para las organizaciones y los individuos. A medida que las empresas recopilan y procesan grandes cantidades de información personal, surgen tensiones inherentes entre los propietarios de los datos (individuos, colaboradores) y las organizaciones que actúan como custodios de esa información. Este fenómeno puede analizarse a través de la teoría de agencia, que examina los conflictos de intereses y la asimetría de información entre el principal y el agente.
La teoría de agencia describe la relación entre un principal (quien delega la responsabilidad) y un agente (quien actúa en nombre del principal). En el contexto de la privacidad de datos, esto significa que un principal, se refiere a los individuos que proporcionan sus datos personales; mientras que un agente, corresponde a las organizaciones que recopilan, almacenan y gestionan esos datos.
Dicho enfoque ofrece un marco útil para explorar cómo los conflictos entre los derechos de privacidad de los individuos y los incentivos corporativos pueden generar dilemas éticos, legales y operativos.
El dilema de la privacidad de datos se origina en la tensión entre el derecho de los individuos a controlar su información personal y la necesidad de las organizaciones de utilizar esos datos, para generar valor, ya sea económico, social o tecnológico.
Este se puede ver acentuado por diversos factores. Entre ellos, se encuentra la asimetría de información existente, bajo la cual los usuarios no siempre entienden cómo se recopilan, procesan y comparten sus datos. Otro, se relaciona con la desalineación de incentivos, pues, en ocasiones, las organizaciones buscan maximizar el valor económico de los datos, lo que puede entrar en conflicto con los derechos de privacidad de los individuos. También, la falta de gobernanza adecuada de la organización, ya que las normativas a menudo van un paso por detrás de la innovación tecnológica, dejando vacíos legales y éticos.
La teoría también sugiere que los agentes pueden actuar de manera oportunista, si sus intereses no están alineados con los del principal, especialmente cuando existe, nuevamente, asimetría de información, ya que las organizaciones poseen un conocimiento técnico y operan bajo prácticas de tratamiento de datos que los individuos no comprenden completamente; el costo de monitoreo, que implica que los individuos enfrentan dificultades para supervisar cómo se usan sus datos.
Existe también un factor asociado al riesgo moral, que es cuando las organizaciones pueden tomar decisiones que beneficien sus intereses, pero que comprometan los derechos de privacidad de los usuarios.
¿Cómo mitigar los conflictos de agencia en la privacidad de datos? Fortaleciendo la gobernanza de las organizaciones. Para ello, es necesario implementar programas de cumplimiento o un modelo de infracciones basados en principios de transparencia y rendición de cuentas. Asimismo, resulta necesario crear roles específicos, como el Delegado de Protección de Datos (DPO), para supervisar las prácticas de privacidad.
De igual manera, la transparencia cumple un rol fundamental. Para mejorar en este ámbito, se deben diseñar políticas claras y concisas sobre el uso de datos, y ofrecer herramientas que permitan a los usuarios gestionar sus preferencias de privacidad de manera sencilla.
También, una buena iniciativa sería crear programas que recompensen a las empresas por mantener altos estándares de privacidad, incorporando auditorías independientes para verificar el cumplimiento. Desde la innovación Tecnológica, es crucial adoptar tecnologías de mejora de la privacidad, como el cifrado y las técnicas de anonimización de datos y utilizar contratos inteligentes para garantizar el cumplimiento automático de los acuerdos de privacidad.
El dilema de la privacidad de datos y la teoría de agencia ofrecen una perspectiva única para comprender las complejidades de la gestión de datos en la era digital. En la medida que las organizaciones acumulen y procesen un mayor número de datos personales, es fundamental implementar estrategias que alineen los incentivos, reduzcan la asimetría de información y fortalezcan la confianza entre los individuos y las organizaciones.
Equipo Prensa
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