El estudio realizado por la Alianza CCM-Eleva en colaboración con empresas mineras revela que, de los 34,000 nuevos profesionales que se requerirán para la industria minera en 2032, el 55% de esta demanda se centrará en diversas posiciones relacionadas con el mantenimiento.

Un análisis realizado por la Alianza CCM-Eleva, en colaboración con empresas mineras, ha revelado que la industria minera chilena enfrentará una creciente demanda de talento humano en los próximos años. Según las proyecciones, para 2032 se necesitarán más de 34.000 nuevos profesionales para la minería, lo que refleja un crecimiento significativo de la industria. De esta cifra, el 55% de la demanda se concentrará en posiciones relacionadas con el mantenimiento, un área clave para garantizar la operatividad y eficiencia de las faenas mineras.

El aumento en la demanda de trabajadores se debe a dos factores principales: la ejecución de nuevos proyectos mineros y la jubilación de una parte significativa de los trabajadores actuales, lo que plantea una necesidad urgente de un recambio generacional. Además, la digitalización y el uso de tecnologías avanzadas en la minería hacen que el mantenimiento también deba adaptarse a nuevas exigencias tecnológicas.

En este sentido, Cristian Molina, gerente de operaciones de Tres60 explicó que «la clave está en alinear la formación técnica con las necesidades emergentes de la industria, preparándonos para un futuro donde la digitalización y la automatización también incidirán en los procesos de mantenimiento».

El estudio también reveló que el 75% de la demanda se concentrará en perfiles de mantenedores mecánicos y eléctricos, supervisores de mantenimiento y operadores de equipos móviles y fijos. De estos perfiles, la mayor parte del crecimiento se dará en el sector de mantenimiento, un área fundamental para asegurar la operación continua de los proyectos mineros.

Uno de los desafíos que enfrenta la industria minera es la falta de personal calificado en las áreas de mantenimiento, lo que se ha visto reflejado en la creciente brecha entre la oferta y la demanda de talento. Para abordar esta problemática, las empresas mineras están invirtiendo en programas de formación y capacitación que permitan a los trabajadores adquirir las competencias necesarias para adaptarse a los nuevos estándares tecnológicos.

A medida que la minería chilena enfrenta estos desafíos, la capacitación continua, la mejora de las condiciones laborales y la inclusión de diversas perspectivas se convierten en factores clave para su crecimiento sostenido. Mauricio Aguilera, gerente de administración y finanzas de Tres60 consideró que «el sector debe estar dispuesto a adaptarse a los cambios, no sólo en términos tecnológicos, sino también en cómo gestionar su capital humano, asegurando una formación adecuada y una integración plena de todas las capacidades disponibles».

“De cara al futuro, la minería chilena tiene la oportunidad de consolidarse como una industria moderna, inclusiva y tecnológicamente avanzada, si logra satisfacer las necesidades de talento humano que se proyectan para 2032” agregó.

Este panorama de crecimiento y transformación en la minería plantea una oportunidad única para los profesionales del sector, especialmente aquellos que se especialicen en áreas críticas como el mantenimiento. Con la correcta inversión en capacitación y un enfoque en la inclusión, el sector minero chileno podrá enfrentar con éxito los desafíos de la próxima década.

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