Hoy el planeta está recibiendo millones de toneladas de residuos que están contaminando nuestro ecosistema, acumulando basura y destruyendo nuestro entorno. Es que los actuales patrones de consumo y producción han contribuido ampliamente a la triple crisis que amenaza la salud humana, acelera el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Si continuamos con nuestros hábitos actuales, en 2050 necesitaríamos los recursos naturales de tres planetas como el nuestro para asegurar una vida digna a una población mundial estimada en 9.600 millones de personas, para entonces. Es por ello, que la transición hacia un consumo y producción más sostenible, además de consolidar una economía circular, es urgente.

 

Cifras oficiales indican que son más de 14.500 empresas en Chile las que generan 2 millones de toneladas al año de envases de plástico, vidrio, cartón en general, metales y cartones para bebidas. Hoy, apenas el 12% de esos residuos que están presentes en nuestras casas se reciclan. Pero afortunadamente poco a poco, la consciencia medio ambiental está generando cambios tanto en las personas como en las empresas y la valorización de los residuos se está masificando a través de conceptos como el reducir, reutilizar y reciclar. Estas tres “RE” se consolidarán inexorablemente con más fuerza, durante este año, ya que las empresas deberán informar al Ministerio de Medio Ambiente quién recogerá sus envases y embalajes. A ello se suma que en 2021 fue publicada la hoja de ruta de Economía Circular, instrumento de planificación a largo plazo con una visión que va mucho más allá del mero reciclaje y que replantea el actual modelo de producción y consumo.

 

En ese sentido, el ODS12 apunta a fomentar el uso responsable de los recursos naturales, reducir los desechos y el desperdicio de alimentos, reciclar y reutilizar. Ello se traduce en una mejor calidad de vida para todos y, además, ayuda a lograr planes generales de desarrollo, que rebajen costos económicos, ambientales y sociales, que aumenten la competitividad y que reduzcan la pobreza. Entonces hoy se trata de incentivar que las empresas entreguen productos y servicios cuya trazabilidad sea posible, en toda su cadena de producción, es decir, que haya preocupación y se determinen acciones para ello, desde la creación de un bien, hasta su término. En ese recorrido, el camino debería llegar a acercarse cada vez más, a ser absolutamente circular y consolidar el concepto desde “la cuna a la tumba”.

 

Sabemos con certeza que los consumidores esperan mensajes claros e inclusivos, para fundamentar sus decisiones de compra, y saber cómo utilizar el producto de manera responsable y qué hacer, al final de su vida útil. De hecho, los clientes han cambiado mucho y tienen mayor preferencia por los productos que contienen tecnologías sustentables, son conscientes del impacto de cada uno de los productos que consumen, y de las consecuencias que pueden causar en el medioambiente. Una nueva realidad al que las empresas deben hacer frente con creatividad e innovación, atendiendo los objetivos financieros de la compañía, pero con una mirada integral para construir entre todos una economía sostenible.

Google News Portal Innova
Síguenos en Google Noticias

Equipo Prensa
Portal Innova

VIAS IMPORTACIONES 2024