Red Hat Enterprise Linux proporciona una base confiable para las necesidades operativas del supercomputador “El Capitan”, respaldando las cargas de trabajo en un entorno con mayor estabilidad y una base de seguridad sólida.
La innovación en informática está impulsada por una combinación de hardware y software líderes, y la última revolución informática está ocurriendo a nivel de exaescala. Las máquinas de exaescala son capaces de realizar cálculos de un exaflop o un quintillón por segundo. Esto marca una nueva frontera, y uno de los supercomputadores (superordenadores) líderes en este nivel, El Capitán, ha establecido un nuevo punto de referencia para la potencia computacional. ¿El software subyacente que alimenta esta máquina? Red Hat Enterprise Linux (RHEL).
Red Hat ha estado durante mucho tiempo a la vanguardia de la computación de alto rendimiento (HPC), proporcionando soluciones de código abierto sólidas y adaptables. “Nuestra participación en el mundo de la supercomputación está impulsada por su capacidad para manejar cargas de trabajo paralelas masivas, seguridad excepcional y estabilidad de nivel empresarial, que son cruciales para las necesidades de HPC y computación científica”, destaca Gunnar Hellekson, Vice President and GM, RHEL Business Unit.
Según el informe de noviembre de 2024 TOP500 una lista semestral que muestra los 500 sistemas informáticos más potentes del mundo, El Capitán–basado en RHEL–es el superordenador más rápido del mundo. El Capitan, el primer ordenador a exaescala de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA, por sus siglas en inglés), tiene su sede en el LLNL y tiene una potencia de procesamiento máxima de más de dos exaflops por segundo.
RHEL proporciona una base confiable para las necesidades operativas de El Capitan, respaldando las cargas de trabajo en un entorno con mayor estabilidad y una base de seguridad sólida. Esta fiabilidad es especialmente crucial en la supercomputación, donde cualquier tiempo de inactividad podría provocar costosos retrasos en la investigación, ya sea para la seguridad nacional o el avance científico.
“Al asociarse con líderes en tecnología y gobierno, como el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL), Red Hat ayuda a las organizaciones a crear entornos informáticos capaces de respaldar proyectos a una escala monumental. Estas capacidades permiten a los científicos, ingenieros e investigadores acelerar los descubrimientos en todos los campos, desde el modelado climático hasta la ciencia de los materiales y la astrofísica”, explica Hellekson.
Con los sistemas de exaescala estableciendo nuevos puntos de referencia, la tecnología de Red Hat continuará respaldando las innovaciones de vanguardia al proporcionar una mayor confiabilidad y escalabilidad, lo que permite a los investigadores y desarrolladores superar los límites del descubrimiento. A medida que la supercomputación evoluciona, Red Hat mantiene su compromiso de unir las necesidades de hoy con las ambiciones del mañana.
El Capitan es un testimonio de lo que es posible cuando el hardware avanzado se encuentra con la base flexible de RHEL. Creemos que plataformas como RHEL continuarán impulsando los descubrimientos que definirán nuestro futuro y acercarán los problemas más desafiantes del mundo a ser resueltos.
Equipo Prensa
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